Aclaraciones
En relación con la información publicada en su diario sobre el ciudadano español que no pudo viajar de Lima a Madrid en vuelo regular por estar gravemente enfermo, me gustaría explicar lo sucedido.En primer lugar, no puedo por menos que lamentar tanto la situación médica del señor Camarero como el malentendido que se ha producido con su viaje. Aunque Iberia no es una empresa especializada en transporte de enfermos, sin embargo, es una de las compañías aéreas comerciales del mundo que más se destaca por ello. En concreto, el año pasado autorizamos casi 6.000 traslados de personas enfermas, de l...
En relación con la información publicada en su diario sobre el ciudadano español que no pudo viajar de Lima a Madrid en vuelo regular por estar gravemente enfermo, me gustaría explicar lo sucedido.En primer lugar, no puedo por menos que lamentar tanto la situación médica del señor Camarero como el malentendido que se ha producido con su viaje. Aunque Iberia no es una empresa especializada en transporte de enfermos, sin embargo, es una de las compañías aéreas comerciales del mundo que más se destaca por ello. En concreto, el año pasado autorizamos casi 6.000 traslados de personas enfermas, de las cuales 1.564 viajaron en camilla y 1.548 precisaron oxígeno durante el vuelo. Sólo hubo 20 casos que no se pudieron autorizar por las condiciones médicas de los enfermos.
En el caso del señor Camarero, Iberia no se ha negado a transportarlo, sino que el diagnóstico de su enfermedad y el informe del hospital de Lima en el que estaba ingresado desaconsejaban emprender en aquel momento un viaje de 10 horas de vuelo, al no poder ofrecer unas garantías mínimas al enfermo. Es más, el paciente obtuvo el alta voluntaria del hospital el mismo día en que quería viajar, no siendo ésta aconsejada por los médicos que lo trataban.
Un enfermo de estas características, con cáncer terminal y metástasis en el pulmón, y recién salido del hospital en las condiciones antes referidas, nunca podría haber viajado en una butaca como se pretendía y sin mayor asistencia. Dicho traslado exigiría, como mínimo y si las condiciones médicas lo permitiesen -condiciones que no se daban en ese momento-, viaje en camilla, con oxígeno y acompañado por personal sanitario. Con el afán de facilitar dicho traslado, Iberia solicitó insistentemente información adicional exhaustiva sobre su situación, que permitiera valorar adecuadamente si era posible o no y en qué condiciones; sin embargo, dicha información no fue facilitada en tiempo ni con el detalle necesario, desde el punto de vista aeronáutico, para poder asegurar un viaje
sin graves complicaciones para el enfermo. Es más, los informes médicos presentados a la compañía han sido contradictorios entre sí e incompletos.Nada nos gustaría más que facilitar el viaje del señor Camarero, como el de los 6.000 enfermos que viajaron con nosotros el año pasado, pero nuestra responsabilidad como profesionales de la medicina no nos permite tomar decisiones que no garanticen un viaje estable y con mínimas garantías para el paciente.- . Jefe del Servicio Médico de Iberia. .