El acusado de un doble crimen dice que mató porque se lo dijo un espíritu

Juan José F. G., de 29 años, acusado de asesinar a dos personas en sólo 48 horas (estranguló a una enferma de hospital Clínico y, tras ser encarcelado, a un preso), se confesó ayer autor de sendos crímenes ante el tribunal que le juzga, aunque subrayó que no recordaba nada sobre los hechos. Juan José matizó que se declaraba culpable, no porque recordase lo sucedido, sino porque su abogado le había dicho que lo hiciese así. Durante la sesión de ayer, la primera del juicio, prestó declaración el perito forense Juan José Carrasco, en calidad de testigo,pues estaba de guardia en el juzgado el día ...

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Juan José F. G., de 29 años, acusado de asesinar a dos personas en sólo 48 horas (estranguló a una enferma de hospital Clínico y, tras ser encarcelado, a un preso), se confesó ayer autor de sendos crímenes ante el tribunal que le juzga, aunque subrayó que no recordaba nada sobre los hechos. Juan José matizó que se declaraba culpable, no porque recordase lo sucedido, sino porque su abogado le había dicho que lo hiciese así. Durante la sesión de ayer, la primera del juicio, prestó declaración el perito forense Juan José Carrasco, en calidad de testigo,pues estaba de guardia en el juzgado el día 20 de diciembre de 1997, cuando Juan José F. G. fue detenido tras entrar en el hospital Clínico y estrangular con un cinturón a una anciana enferma. Carrasco señaló que le reconoció en la plaza de Castilla durante dos horas y que, entonces, Juan José, en un tono frío y tranquilo, le comentó que había matado a la anciana siguiendo las instrucciones de un espíritu. Afirmó que ese espíritu le encomendó como misión en su vida el evitar que las personas sufriesen y que por eso había matado a la enferma, que tenía 83 años.

Carrasco, también especialista en psiquiatría, fue quien aconsejó a la juez, a la vista de la esquizofrenia del detenido, que, en caso de que ordenase su ingreso en prisión, Juan José fuese conducido a la enfermería del centro. Así se hizo. Poco después de ingresar en la enfermería, el acusado mató a un preso que dormía. Golpeó su cabeza con los hierros de la cama.

Los cinco informes periciales que obran en el sumario indican que el acusado sufre una esquizofrenia paranoide.

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