Piqué reabre las dudas sobre el liderazgo de Alberto Fernández en el PP de Cataluña

El ministro portavoz, Josep Piqué, lanzó ayer nuevas dudas sobre la solidez de Alberto Fernández Díaz como líder del Partido Popular de Cataluña, a menos de una semana de las elecciones autonómicas. En una entrevista que publicó El Mundo, Piqué se ofreció para "encabezar un nuevo PP en Cataluña, que transmita un mensaje de normalidad". Estas afirmaciones cayeron como un jarro de agua fría entre los colaboradores de Fernández Díaz, que en privado no ocultaron su indignación, a pesar de que el ministro las matizó ayer mismo y las achacó a una "simplificación" periodística.

El encaje de Pi...

El ministro portavoz, Josep Piqué, lanzó ayer nuevas dudas sobre la solidez de Alberto Fernández Díaz como líder del Partido Popular de Cataluña, a menos de una semana de las elecciones autonómicas. En una entrevista que publicó El Mundo, Piqué se ofreció para "encabezar un nuevo PP en Cataluña, que transmita un mensaje de normalidad". Estas afirmaciones cayeron como un jarro de agua fría entre los colaboradores de Fernández Díaz, que en privado no ocultaron su indignación, a pesar de que el ministro las matizó ayer mismo y las achacó a una "simplificación" periodística.

El encaje de Piqué en el PP de Cataluña está resultando cualquier cosa menos tranquilo, y ante su creciente protagonismo, cada una de sus declaraciones es examinada con lupa por la cúpula actual, que teme verse desplazada por el ministro en un futuro cercano. En julio, varias manifestaciones de Piqué, que afirmaba que el PP catalán estaba todavía "lejos del centro político" y recordaba que Cataluña era el verdadero "agujero negro" del PP, fueron interpretadas como una prueba inequívoca de su inminente desembarco en la política catalana.El propio Fernández Díaz reclamó entonces ante la dirección regional un reconocimiento explícito de su liderazgo al considerar que las especulaciones empeoraban aún más sus expectativas electorales, ya de por si nada halagüeñas ante la bipolarización entre el socialista Pasqual Maragall y el nacionalista Jordi Pujol. Toda aquella marea de fondo, aplazada hasta después de los comicios del 17 de octubre, reapareció ayer abruptamente con la entrevista de Piqué.

Las declaraciones del ministro fueron recibidas con estupor, sorpresa e indignación por los colaboradores del presidente regional y candidato a la presidencia de la Generalitat. Fuentes próximas a Alberto Fernández Díaz expresaron que su enfado, en privado, era más que evidente. En público, interpelado por los medios de comunicación, se limitó a señalar: "El PP de Cataluña lo encabezamos los 27.000 afiliados del partido". El candidato del PP participó ayer en un mitin en Castelldefels (Baix Llobregat), acompañado por el ministro de Cultura, Mariano Rajoy, quien pidió el voto a todos los catalanes que respaldan al PP en las legislativas

"Excelente candidato"

Piqué matizó ayer mismo las afirmaciones de la entrevista y las consideró una "simplificación" periodística, como consecuencia de "meter en una sola página una entrevista muy larga". Durante una visita electoral a Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà), Piqué se deshizo en elogios hacia Fernández Díaz: "El PP de Cataluña tiene una magnífica dirección y un excelente candidato a la presidencia de la Generalitat que tiene todo el apoyo de los militantes y muy especialmente el mío", aseguró.

El ministro quiso puntualizar el significado de sus palabras y afirmó que en la entrevista simplemente había mostrado su predisposición "a encabezar el proyecto del PP en Cataluña en las listas para las próximas elecciones generales". "Y nada más que eso", concluyó. Fuentes de su entorno explicaron que Piqué estaba muy preocupado por las interpretaciones de la entrevista y que pretendía aclararlas personalmente con Fernández Díaz.