Los socios de la Casa de Andalucía acampan para evitar su desahucio

En la Casa de Andalucía en Madrid sólo se habla en los últimos días de desahucio. Un juez de primera instancia ha ordenado, tras cuatro años de juicios y de recursos, el desalojo de la sede que ocupaba esta organización en el distrito de Fuencarral. Los 600 socios de la casa reconocen que el fallo es justo, pero piden al Ayuntamiento, el dueño del local, que les ceda otro espacio en el que puedan montar la sede de los andaluces en Madrid. Aseguran que ya han mandado más de 7.000 firmas al alcalde.

Los problemas en la Casa de Andalucía comenzaron hace cuatro años. La asociación Pía U...

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En la Casa de Andalucía en Madrid sólo se habla en los últimos días de desahucio. Un juez de primera instancia ha ordenado, tras cuatro años de juicios y de recursos, el desalojo de la sede que ocupaba esta organización en el distrito de Fuencarral. Los 600 socios de la casa reconocen que el fallo es justo, pero piden al Ayuntamiento, el dueño del local, que les ceda otro espacio en el que puedan montar la sede de los andaluces en Madrid. Aseguran que ya han mandado más de 7.000 firmas al alcalde.

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Los problemas en la Casa de Andalucía comenzaron hace cuatro años. La asociación Pía Unión Seglar Ángeles del Cerro les permitió utilizar un local que le había cedido el Ayuntamiento de Madrid para abrir una guardería. Este centro se encuentra en la calle de Villacastín, en el distrito de Fuencarral. La junta municipal siempre se opuso a esta cesión porque suponía destinar el local a un fin distinto del previsto inicialmente. Por ello acudió a los tribunales.Los jueces siempre han dado la razón al Ayuntamiento. La Casa de Andalucía intentó, sin éxito, lograr el amparo del Tribunal Supremo. Este órgano judicial rechazó el recurso porque no era de su competencia y ordenó que se cumpliera la sentencia del juzgado de primera instancia. Por eso el juez dio el pasado 2 de septiembre un plazo de 15 días para que los socios de la Casa de Andalucía recogieran todos sus enseres y abandonaran el local.

Entidad no lucrativa

Los afectados han hecho caso omiso a la orden judicial. Durante el fin de semana han instalado una decena de tiendas de campaña y han dormido en ellas. Aseguran que no tienen dinero para levantar una sede con las aportaciones de los socios. Cada uno paga una cuota simbólica de 250 pesetas al mes. "Nuestra entidad tiene un carácter no lucrativo, por lo que no podemos crear puestos de trabajo o montar una empresa que genere el beneficio suficiente para financiar un local nuevo", asegura la presidenta de la Casa de Andalucía, Encarnación Calleja.

La presidencia se ha dirigido al secretario general del PP, Javier Arenas, para que les ayude. Afirman que en el distrito hay una decena de locales vacíos que podrían servir para instalar su sede. "Si no nos quieren dar un edificio, nos conformaríamos con un local. Luego construiríamos con subvenciones de la Junta de Andalucía el local que necesitáramos", concluye Calleja.

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