La "ciudad de los muertos" se traslada del hospital de Basurto al centro

Las nuevas instalaciones en las que se ubicará el Instituto de Medicina Legal permitirán acabar con la práctica de necropsias en una sala habilitada desde 1983 en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital de Basurto y que conforma el Instituto Anatómico Forense actual. "Un instituto propio del siglo pasado en el que existe un grave riesgo de caracter infeccioso", según se puede leer en la última memoria del organismo, ". Rafael Alcaraz, director actual del instituto lo suscribe sin paliativos. "En Basurto, somos una extorsión. Tenemos una sala pequeña. Cogemos un número y hacemos cola ...

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Las nuevas instalaciones en las que se ubicará el Instituto de Medicina Legal permitirán acabar con la práctica de necropsias en una sala habilitada desde 1983 en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital de Basurto y que conforma el Instituto Anatómico Forense actual. "Un instituto propio del siglo pasado en el que existe un grave riesgo de caracter infeccioso", según se puede leer en la última memoria del organismo, ". Rafael Alcaraz, director actual del instituto lo suscribe sin paliativos. "En Basurto, somos una extorsión. Tenemos una sala pequeña. Cogemos un número y hacemos cola hasta que nos toca. Puedes llegar a las ocho y media de la mañana y no entras a la sala de autopsias hasta las doce del mediodía. Tenemos muchos riesgos. Un compañero mío hizo una autopsia por la mañana y por la tarde yacía en la misma mesa para que se la realizaran a él", recuerda Alcaraz. Las nuevas dependencias se encuentran en la calle Barroeta Aldama, en el centro de la capital vizcaína, junto a los juzgados. En su primera planta se encuentran las dos salas grandes habilitadas para la práctica de autopsias. "No se qué gracia hará a los vecinos el que esté allí la ciudad de los muertos", comenta Alcaraz. El director de la actual clínica forense recuerda que los forenses sufren de "fatiga de combate" al tener que examinar cada uno más de cien cuerpos sin vida al año. Los últimos datos señalan que en 1998 ingresaron en el instituto 800 cadáveres, de los que 715 siguieron un estudio necrópsico y 85 fueron certificados directamente de defunción. De los 800, un 50% (397), fueron muertes violentas y otro 50% (403), correspondió a los fallecimientos por actos criminales. De entre los violentos, un 3,52% fueron homicidios, un 28,46% suicidios, un 61,20% muertes accidentales y un 8,31% accidentales de origen laboral.

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