Tribuna:

Descontrol

El IPC de agosto en Estados Unidos fue el que esperaban los inversores, pero los mercados financieros registraron una brusca reacción que, en algunos momentos, tuvo cierto aire de celebración. La Bolsa de Nueva York llegó a subir hasta 100 puntos y arrastró consigo a los mercados europeos, que durante toda la mañana se mantuvieron a la baja.El dólar se revalorizó frente al euro hasta cotizar a 1,0280, desde los 1,0380 dólares de unas horas antes, y la rentabilidad de la deuda en el mercado secundario bajaba tres centésimas, hasta el 5,38%, desde el 5,41% a que había subido por la mañana.
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El IPC de agosto en Estados Unidos fue el que esperaban los inversores, pero los mercados financieros registraron una brusca reacción que, en algunos momentos, tuvo cierto aire de celebración. La Bolsa de Nueva York llegó a subir hasta 100 puntos y arrastró consigo a los mercados europeos, que durante toda la mañana se mantuvieron a la baja.El dólar se revalorizó frente al euro hasta cotizar a 1,0280, desde los 1,0380 dólares de unas horas antes, y la rentabilidad de la deuda en el mercado secundario bajaba tres centésimas, hasta el 5,38%, desde el 5,41% a que había subido por la mañana.

La reacción no dejaba de ser curiosa ante un dato que el mercado ya había descontado -el 0,3% de IPC era la estimación de los analistas y las posiciones se habían ajustado a esa cifra- y ante el que no cabían celebraciones.

En algunos círculos se señalaba el excelente comportamiento de la inflación subyacente -bajó dos décimas, hasta el 1,9% en tasa interanual- como causante de la subida, pero muy pronto se dejó de celebrar el aparente carácter coyuntural de la inflación y todo volvió a su sitio. La Bolsa de Nueva York llegó a perder hasta 43 puntos (cerró con un descenso de 108,9 puntos, el 1%), y las europeas le siguieron en esa caída, al tiempo que la rentabilidad de la deuda alcanzaba un nuevo máximo anual en el 5,45% y el euro se recuperaba hasta 1,0420 dólares.

El comportamiento de la Bolsa española fue más moderado de lo que cabía esperar, con un descenso del 0,46% en el índice de Madrid.

Tras la decepcionante reacción del conjunto de los mercados en esta jornada los inversores españoles centran su atención en el nuevo conjunto de medidas de choque que el Gobierno va a adoptar para frenar la subida de la inflación, aunque una desviación del 33% sobre el objetivo inicial y después de adoptar medidas extraordinarias hace sólo seis meses restan mucha credibilidad a lo que pueda decidirse en los próximos días.

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