ETA critica con dureza a un sector del PNV al hacer balance del año de tregua

El proceso está en un "momento crítico" en el que "o se concluye o se pudre", dice la banda

ETA volvió a hacerse presente en la escena política, 48 horas después de la "nota de prensa" en la que confirmó el jueves la suspensión de los contactos abiertos con el Gobierno español. En el nuevo documento, la organización terrorista se dirige a "Euskal Herria", obviando toda referencia al Gobierno, para ofrecer su balance del año transcurrido desde la Declaración de Lizarra -el 12 de septiembre de 1998- y el anuncio, cuatro días después, de la suspensión de sus atentados a partir del 18. En el comunicado remitido anoche a la emisora pública vasca Euskadi Irratia, de tres folios de extensió...

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ETA volvió a hacerse presente en la escena política, 48 horas después de la "nota de prensa" en la que confirmó el jueves la suspensión de los contactos abiertos con el Gobierno español. En el nuevo documento, la organización terrorista se dirige a "Euskal Herria", obviando toda referencia al Gobierno, para ofrecer su balance del año transcurrido desde la Declaración de Lizarra -el 12 de septiembre de 1998- y el anuncio, cuatro días después, de la suspensión de sus atentados a partir del 18. En el comunicado remitido anoche a la emisora pública vasca Euskadi Irratia, de tres folios de extensión, ETA hace un balance positivo de lo conseguido en este tiempo en el camino de la soberanía y la territorialidad, pero lamenta que no se haya avanzado más. De ello culpa, a "algunos del PNV, que debían haber sido impulsores de este proceso [de construcción nacional]", y a "España y a Francia", aunque en el caso de las últimas matiza que su actitud es la que esperaban.La organización establece dos periodos diferenciados en el año transcurrido. El primero se extiende desde septiembre hasta la reunión en Pamplona de la Asamblea de Electos, el 6 de febrero pasado. Esta etapa es valorada muy satisfactoriamente por ETA, que destaca la "ilusión" despertada en la sociedad vasca. Sin embargo, considera que a partir de ese momento el camino emprendido por las fuerzas nacionalistas "se ha sumergido en una situación de indefinición" y ha quedado "congelado". "El proceso político ha estado condicionado por la lucha electoral y, tras los comicios [celebrados el 13 de junio pasado], en lugar de reforzarlo han aparecido posiciones muy preocupantes, gestos incluso de dar marcha atrás". Con ello parece referirse ETA a la resistencia de una parte del PNV a dar entrada a Euskal Herritarrok en las Diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa y en el Ayuntamiento de Bilbao, y a la decisión del alcalde de la capital vizcaína, apoyada por la ejecutiva regional del partido de Arzalluz, de izar la bandera española el día grande de las fiestas.

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Este estancamiento lo achaca a los intereses electorales. Los principales reproches están dirigidos a un sector -"algunos"- del PNV, a los que cita una vez de forma expresa y otras tácitamente. "Han sido muchos los intentos para volver a la situación anterior al 18 de septiembre, dejando de lado la construcción de Euskal Herria. Han querido canalizar un proceso de paz podrido, sin contenidos; entre ellos algunos del PNV, que deberían haber sido impulsores de este proceso y trabajar intensamente por él", dice ETA en uno de sus pasajes más críticos. Más adelante se refiere también en tono de censura a los "compañeros de viaje" en un párrafo en el que la organización subraya los aspectos positivos del proceso. "No es poco haber emprendido el camino para superar el conflicto y sacudir la situación política, aunque el avance podría haber sido mayor si no hubiéramos tenido que llevar con nosotros, de mala gana y arrastrados, algunos compañeros de viaje que hemos tenido", señala. Asímismo, resalta que el "pago" de algunos al esfuerzo y "sufrimiento" de la izquierda abertzale ha sido "el intentar reforzar ese marco jurídico podrido" [el Estatuto de Gernika y el Amejoramiento navarro].

ETA mantiene a lo largo del documento un tono de análisis y de estímulo a las fuerzas abertzales para profundizar en la apuesta de Lizarra, que debería conducir a que Euskal Herria tenga "su propia Constitución" y unas instituciones "nacionales y soberanas". No obstante, enfatiza sobre la necesidad de dar un nuevo empujón al proceso de "construcción nacional". Éste, a juicio de ETA, se encuentra en un "momento crítico", por lo que advierte que "o se concluye el proceso emprendido o se pudre". "Sería una gran irresponsabilidad tirar a la basura toda la ilusión nacida de la sociedad vasca porque cada uno ponga por delante sus intereses propios", manifiesta.

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