Romay abre la renovación en el PP gallego y deja la presidencia de A Coruña

El ministro de Sanidad, José Manuel Romay, dio anoche el primer paso de lo que se augura como un llamativo cambio de caras en el PP gallego. Romay anunció que abandonará próximamente la presidencia provincial del partido en A Coruña, que desempeña desde hace más de 15 años y que le sirvió para convertirse en uno de los más influyentes barones de la organización regional. La decisión de Romay parece anunciar profundos cambios en la cúpula del PP gallego, cuyo secretario general, Xosé Cuiña, también podría dejar el cargo.El anuncio de Romay se produce a poco más de un mes de que se celebre el co...

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El ministro de Sanidad, José Manuel Romay, dio anoche el primer paso de lo que se augura como un llamativo cambio de caras en el PP gallego. Romay anunció que abandonará próximamente la presidencia provincial del partido en A Coruña, que desempeña desde hace más de 15 años y que le sirvió para convertirse en uno de los más influyentes barones de la organización regional. La decisión de Romay parece anunciar profundos cambios en la cúpula del PP gallego, cuyo secretario general, Xosé Cuiña, también podría dejar el cargo.El anuncio de Romay se produce a poco más de un mes de que se celebre el congreso regional del partido, que ha levantado muchas expectativas de cambio tras la crisis producida en la organización por sus malos resultados en las elecciones municipales del pasado junio. Romay es desde hace años un adversario interno de Cuiña, a quien Manuel Fraga, presidente de la Xunta y del PP gallego, ha insinuado que podría relevar tras el próximo congreso.

Desde ese punto de vista, el gesto de Romay parece tener cierta voluntad ejemplarizante. De hecho, el ministro eligió cuidadosamente el momento y el lugar para anunciar su decisión -un acto celebrado ayer en Bergondo (A Coruña), al que asistía el propio Fraga- y el modo en que la presentó, como una contribución a que el partido se renueve.

El revés del 13-J

Tras las elecciones municipales del 13 de junio pasado, en las que la izquierda y los nacionalistas del BNG consiguieron las principales alcaldías de la comunidad autónoma, Fraga anunció una profunda renovación en el partido. A emprenderla le animó decididamente la dirección nacional, que nunca ha simpatizado con Cuiña, hasta hace poco considerado como el principal candidato para sustituir a Fraga. Romay representa la línea más próxima a la dirección nacional, mientras que Cuiña y sus aliados, los barones de las provincias del interior, reivindican la autonomía de la organización regional.Después de escuchar el anuncio de Romay, Fraga reiteró anoche su "empeño de poner el partido al día" y a continuación no escatimó alabanzas a la decisión tomada por el ministro de Sanidad. "Es una decisión que le honra", dijo el veterano dirigente popular, "no la toma cualquier ni lo hace con la serenidad que él lo ha hecho. Hay que tener la categoría moral que tiene este excepcional servidor del Estado". Romay siempre ha sido un fiel de Fraga, a quien animó en 1989 para que se presentara como candidato a la presidencia de la Xunta. Últimamente ambos se habían distanciado ante la predilección de Fraga por Cuiña, quien en el último congreso regional, celebrado el año pasado, marginó a los hombres de Romay y del otro ministro gallego, el titular de Educación y Cultura, Mariano Rajoy.

Pero tras el fracaso de las municipales, Fraga ha advertido de que la renovación puede alcanzar al propio Cuiña.

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