El juez ordena el ingreso en prisión del presunto autor del crimen de Benifallim

El juez sustituto del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcoy, Jesús Javaloy, decretó ayer el ingreso en prisión, en calidad de imputado, de Francisco Gómez Simón, de 27 años, como presunto autor de la muerte de tres personas el pasado lunes en una masía de Benifallim (L"Alcoià). La Guardia Civil no tardó en desmontar la coartada del detenido, quien se derrumbó ante las evidencias que se amontonaron en su contra durante los interrogatorios realizados en el cuartel de Cocentaina. El subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, aseguró que las víctimas "no fueron torturadas", como se ha...

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El juez sustituto del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcoy, Jesús Javaloy, decretó ayer el ingreso en prisión, en calidad de imputado, de Francisco Gómez Simón, de 27 años, como presunto autor de la muerte de tres personas el pasado lunes en una masía de Benifallim (L"Alcoià). La Guardia Civil no tardó en desmontar la coartada del detenido, quien se derrumbó ante las evidencias que se amontonaron en su contra durante los interrogatorios realizados en el cuartel de Cocentaina. El subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, aseguró que las víctimas "no fueron torturadas", como se ha venido informando, y resaltó que las ligaduras que se hallaron en los cuerpos de las víctimas las empleó el presunto homicida para arrastrar los cadáveres hasta las cuadras de la masía, donde fueron encontrados los cuerpos quemados por guardas forestales de Penáguila. El detenido ha declarado a la Guardia Civil que se detuvo a orinar en la masía cuando iba a tomar unas cervezas a Benifallim. "El asunto se le escapó de las manos", dijo Garrido basándose en la declaración del presunto autor de la matanza. Primero golpeó y tumbó con un apero de labranza a la mujer, Elvira Mullor, de 54 años, después de discutir con ella, luego repelió la agresión de Rigoberto Esteve, de 47 años, golpeándole igualmente con la herramienta y, por último, clavó el apero en la cabeza del tío de Elvira, Francisco Miró, de 75 años, cuando éste acudió a ver qué estaba sucediendo. "No hubo ensañamiento", dijo el subdelegado, quien subrayó la "labor criminológica de artesanía" que ha practicado la Guardia Civil, esclareciendo el caso de forma rápida y efizaz.

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