Editorial:

Cultura y patrimonio

EL GIL cumple: la tránsfuga ex socialista Susana Bermúdez será consejera de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Ceuta, y su marido, viceconsejero de Participación Ciudadana. La víspera, Bermúdez había amenazado con querellarse contra quienes digan que ha cobrado por apoyar al GIL, pero entre cargo y cargo la pareja ingresará cerca de un millón de pesetas al mes. Es todo un síntoma de la idea que el GIL y su nueva protegida se hacen de lo que puedan ser la cultura, la participación y el patrimonio.La recién nombrada consejera también ha declarado que su decisión de pasarse al Grupo Mixto se de...

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EL GIL cumple: la tránsfuga ex socialista Susana Bermúdez será consejera de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Ceuta, y su marido, viceconsejero de Participación Ciudadana. La víspera, Bermúdez había amenazado con querellarse contra quienes digan que ha cobrado por apoyar al GIL, pero entre cargo y cargo la pareja ingresará cerca de un millón de pesetas al mes. Es todo un síntoma de la idea que el GIL y su nueva protegida se hacen de lo que puedan ser la cultura, la participación y el patrimonio.La recién nombrada consejera también ha declarado que su decisión de pasarse al Grupo Mixto se debió a un "conflicto de conciencia", porque ella, socialista de toda la vida, estaba en desacuerdo con el pacto de su partido con la derecha para desplazar al GIL. Por supuesto que es una decisión discutible, pero otros -los que la precedían en la lista socialista- expresaron su desacuerdo renunciando a participar en el Gobierno, no llevándose el escaño para ponerlo al servicio de otra formación, y no precisamente de izquierda.

La profesionalización de la política amplía las posibilidades de participación en esa actividad de personas que en caso contrario no podrían hacerlo. Pero su perversión, la idea de que pertenecer a un partido da derecho a cobrar del presupuesto durante generaciones, ha arraigado con sorprendente rapidez. La invocación por parte de la familia Bermúdez de su tradición socialista "de raíz, de historia y de sangre" para justificar su trapicheo resulta un ejemplo patético de esa perversión. Sobre todo si se ilustra con la tremenda foto del padre de la tránsfuga en conchabeo con Gil.

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