Empresarios rurales claman contra el asfaltado sin control de pistas de montaña en Alicante

El modelo turístico de explotación de las playas de Alicante no es transferible al interior. Empresarios rurales, alcaldes y grupos ecologistas de la Marina Baixa, El Comtat y L"Alcoià coinciden en la promoción de un modelo "inteligente" lejos de la "urbanización incontrolada" de las sierras Aitana y Mariola. La estrategia ha sacado a la luz media docena de protestas por la repentina ampliación y asfaltado de sendas y pistas forestales que han sido promovidas por la Diputación de Alicante, la Generalitat y Fomento sin ningún tipo de estudio sobre la protección de los senderos.

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El modelo turístico de explotación de las playas de Alicante no es transferible al interior. Empresarios rurales, alcaldes y grupos ecologistas de la Marina Baixa, El Comtat y L"Alcoià coinciden en la promoción de un modelo "inteligente" lejos de la "urbanización incontrolada" de las sierras Aitana y Mariola. La estrategia ha sacado a la luz media docena de protestas por la repentina ampliación y asfaltado de sendas y pistas forestales que han sido promovidas por la Diputación de Alicante, la Generalitat y Fomento sin ningún tipo de estudio sobre la protección de los senderos.

Las sierras de Aitana y Mariola conservan su naturaleza agreste como principal atractivo y patrimonio histórico cultural. Este es el gancho que atrae a turistas de toda Europa, según empresarios rurales que trabajan en la zona. "Vienen aquí para huir del asfalto. Son selectos, colaboran en la conservación de los espacios naturales y buscan beneficio en el medio rural", explica Jeroni Garcimartín, promotor de Terra Ferma, empresa de actividades de senderismo y escalada en la sierra de Aitana. La idea la respaldan mayoristas extranjeros. La casa holandesa SNP Naturreizen (Viajes en la naturaleza) avala con cifras el futuro económico de esta actividad y asegura haber tramitado viajes de senderismo a cerca de 80 personas en temporada baja. Jeanne van Sebille, responsable de la oficina de SNP en La Nucia, alertó de lo "contraproducente" que resultaría para el negocio ampliar las de sendas de montaña. Denunció el "desastre" que supondría asfaltar los cuatro kilómetros de camino entre Quatretonda y La Font de l"Espinal. El caso sensibilizó a la empresa británica Waymark Holidays que opera con los propietarios del Hotel Els Frares de Quatretondeta. En una carta dirigida al Patronato de Turismo de la Diputación de Alicante estos últimos remarcaron: "No son necesarios más caminos de asfalto por la montaña y sí mejorar y señalizar las carreteras que llegan a los pueblos de interior". Sin proyecto previo Con matices el alcalde de Sella, Vicente Mas, coincide con lo expuesto. "A corto plazo el turismo será nuestro negocio", reconoce el primer edil de esta localidad de la Marina Baixa con 590 habitantes. Criticó la proliferación de caminos "sin proyecto previo" y señaló que la montaña que rodea Sella "posee zonas vírgenes que merecen especial preocupación". Sella ha sido una de las localidades en el punto de mira de los ecologistas. Carles Mansanet, portavoz de la Colla Ecologista La Carrasca de Alcoy contabiliza seis ocasiones en las que sus acciones han paralizado una ampliación, asfaltado de sendas y caminos rurales promovidos desde la Diputación de Alicante, Generalitat Valenciana o el Ministerio de Fomento. El año pasado solicitaron a la Consejería de Medio Ambiente la paralización y suspensión de las obras, ampliación, alquitranado del camino forestal entre Confrides, La Font de L"Abre y Font de Forata, que se expande a lo largo de 14 kilómetros por la sierra Aitana. Otras pistas forestales que suscitaron protesta fueron las de Font de Mariola-Caves d"Agres y Tetuan-Foiaderetes, ambas en los lindes del Parc Natural del Carrascar de la Font Roja. Estos casos se suman a denuncias de obras también sin preceptivos estudios de impacto ambiental, como las de construcción de una pista forestal y explanación de la cima Cabeçó d"Or en Alicante que causó una denuncia del fiscal. "Entre turismo rural e invasión de turistas a las áreas de interior existe una gran diferencia", recalca José Joaquín Nadal, gerente del Centro de Desarrollo Rural (Ceder) Aitana. "Apoyamos actuaciones de alojamiento y restauración previamente legalizadas dentro de los cascos urbanos y de recuperación del patrimonio histórico", explicó. Nadal, que es el alcalde de Tollos, la localidad más pequeña de la provincia, entiende el turismo rural como una fuente de ingresos para el medio rural pero de una manera "inteligente", a través del diseño conjunto de "un modelo que no desemboque en la urbanización sin más de áreas forestales". José María Rubio, delegado de las áreas de Medio Ambiente y Turismo Rural en la Diputación de Alicante, alegó su reciente nombramiento y remitió cualquier explicación sobre el asunto al mes de septiembre.

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