Cañellas reorganiza a sus seguidores para encabezar el PP balear y desbancar a Matas

El ex presidente del Gobierno balear Gabriel Cañellas Fons reorganiza a sus adeptos para lograr de nuevo el control del PP balear y desbancar al actual líder del partido en las islas, Jaume Matas. Cañellas, que tuvo que abandonar hace cuatro años la presidencia de la comunidad y del partido en Baleares a causa del llamado caso Sóller, atribuye a la política centrista de Matas el descalabro electoral que sufrió el PP en las pasadas elecciones autonómicas. El ex presidente propugna una transformación del PP y no descarta crear una escisión regionalista y más derechista.

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El ex presidente del Gobierno balear Gabriel Cañellas Fons reorganiza a sus adeptos para lograr de nuevo el control del PP balear y desbancar al actual líder del partido en las islas, Jaume Matas. Cañellas, que tuvo que abandonar hace cuatro años la presidencia de la comunidad y del partido en Baleares a causa del llamado caso Sóller, atribuye a la política centrista de Matas el descalabro electoral que sufrió el PP en las pasadas elecciones autonómicas. El ex presidente propugna una transformación del PP y no descarta crear una escisión regionalista y más derechista.

Después del revés electoral que sufrió el PP en Baleares en los últimos comicios autonómicos, el ex presidente regional y antiguo máximo dirigente conservador, Gabriel Cañellas, ha tomado la iniciativa organizando a sus seguidores y las corrientes internas han sido reconocidas por su pretendido heredero, Jaume Matas. El controvertido pionero de la autonomía balear -apartado por José María Aznar en 1995- ha comenzado a maniobrar públicamente y entre los cuadros de su partido para asumir de nuevo una importante cuota de liderazgo interno y determinar el rumbo del próximo congreso regional, en el mes de octubre.Cañellas propugna una transformación significativa del PP, que debatirá y elegirá sus cargos, por primera vez en la oposición. El ex presidente quiere cambios y que se marquen distancias respecto a los criterios centristas de la dirección nacional y se modere la estrategia proteccionista insular. Cañellas, que se define como creador del PP balear, especula asimismo con la posible creación de una escisión regionalista y más derechista, "otra cosa", indica, "si el PP se convirtiera en un partido centralista". La operación retorno al primer plano, emprendida por el ex mandatario -que ejerce de empresario e intermediario de negocios- supone, en primer lugar, una censura a Jaume Matas, a quien colocó en el Gobierno regional y en la cabecera electoral. Cañellas ataca mientras Matas, como portavoz de la oposición, se postula para presidir el PP, con el apoyo del presidente José María Aznar y la cúpula de Madrid pero su candidatura no ha logrado generar el respaldo general de los veteranos dirigentes insulares.

Jaume Matas, tras perder el poder a manos de Francesc Antich, del PSOE, pese a ser aquél ampliamente el candidato más votado, ha permanecido durante semanas silencioso ante la opinión pública y no ha sido invitado a los encuentros partidarios propiciados por el entorno de Cañellas. El último ex presidente ha manifestado que su candidatura "integrará a todas las corrientes del partido", en un inédito reconocimiento a la pluralidad organizada, a las tendencias internas del PP balear, en el que se identifican grupos formados por afinidades personales, núcleos territoriales y clanes familiares.

Cañellas se moviliza en Mallorca, en especial en ámbitos rurales y turísticos, con la pretensión de controlar de nuevo el PP, cuatro años después de su caída política forzada por Aznar, en julio de 1995, por su implicación en el soborno y cobro de comisiones del caso del túnel de Sóller para la financiación ilegal del PP. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares admitió la existencia de un soborno de 50 millones y que Cañellas cometió un delito de cohecho, pero le absolvieron al considerar que el delito había prescrito.

Entre sus seguidores no se descarta propiciar un candidato alternativo a Matas si éste no se aviene a reconocerles un considerable peso e influencia y les da la oportunidad de definir la estrategia de la organización para retormar el poder.

En esta operación de tono conservador, y en el marco de las divergencias internas del PP de Baleares, la delegada del Gobierno central en Baleares, Catalina Cirer, ex consejera del Gobierno Cañellas, es señalada como posible candidata a máximo dirigente del partido, con el apoyo del veterano ex presidente. Cirer es una política populista y dicharachera, activista católica, miembro de colectivos folklóricos y fervorosa hincha futbolística.

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Censuras a Matas

Cirer ha participado en algunos de los encuentros convocados por el ex jerarca conservador y no ha negado su eventual candidatura al próximo congreso. Cañellas, en las diferentes reuniones comarcales celebradas, ha lanzado extensas críticas al PP actual y al Gobierno de Matas y ha censurado la acción de su sucesor en el Gobierno por no haber logrado sumar "los votos que hacían falta" para una mayoría suficiente para seguir gobernando.El defenestrado presidente balear mantuvo hasta febrero de 1999 el escaño de diputado autonómico y dimitió para no verse afectado por los resultados electorales del PP, que le han otorgado una mayoría insuficiente. Su iniciativa de regresar a la escena pública se produce justo después de que el PP haya quedado fuera del poder autonómico insular y en buena parte de importantes ayuntamientos de la comunidad.

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