"En el GIL tratamos bien a la gente que cumple con nosotros"

Antonio Sampietro, de 50 años, es el hombre elegido por Jesús Gil para gestionar Ceuta. En las últimas elecciones se quedó a 40 votos de la mayoría absoluta y vio cómo todos los demás partidos pactaban para evitar que gobernara. Pero él estaba convencido de que antes de fin de año alguien acabaría "cayendo". Lanzó las redes y esperó, hasta que la diputada socialista Susana Bermúdez entró en ellas. A cambio, el GIL le dará lo que el PSOE le negó: una consejería para ella y tal vez algo más para su marido. Sampietro no reconoce que eso esté firmado, pero admite que se habló y que su partido va a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Antonio Sampietro, de 50 años, es el hombre elegido por Jesús Gil para gestionar Ceuta. En las últimas elecciones se quedó a 40 votos de la mayoría absoluta y vio cómo todos los demás partidos pactaban para evitar que gobernara. Pero él estaba convencido de que antes de fin de año alguien acabaría "cayendo". Lanzó las redes y esperó, hasta que la diputada socialista Susana Bermúdez entró en ellas. A cambio, el GIL le dará lo que el PSOE le negó: una consejería para ella y tal vez algo más para su marido. Sampietro no reconoce que eso esté firmado, pero admite que se habló y que su partido va a ser "generoso". No contento con pescar a Susana, Sampietro está convencido de que dentro de muy poco caerán otros: varios diputados del PP, según él, no están dispuestos a ser relegados a la oposición y en el GIL están dispuestos a recibirlos sin hacerles demasiadas preguntas.Pregunta. ¿El pacto con Susana Bermúdez está tan hecho como parece? Respuesta. Solamente hay un acuerdo de apoyo a la moción de censura. Si eso se produce, yo le voy a ofrecer que entre en el Gobierno.

Más información

P. ¿Pero eso no está ofrecido y pactado, tal y como ha declarado su padre, Ángel Bermúdez?

R. Quizá haya habido una conversación con la familia donde le hayan dicho: ahora ya puedes pedir lo que tú querías... En todo caso, sí está en nuestro ánimo, y así se lo dije, que fuera pensando que podría participar en el Gobierno. Y que se lo ofrecería después de la investidura.

P. ¿Sabía que ella había pedido al PSOE dos puestos, uno para ella y otro para su marido, y que ambos le fueron negados?

R. Sabíamos eso, pero no profundicé, porque en la tarde del lunes pasado lo que me interesaba era que me firmara la moción de investidura ante el notario. Eso era lo prioritario. Me dijo que se quería ir de vacaciones porque iba a tener muchas presiones, como es lógico. Sólo le dejé claro que se lo iba a ofrecer en cuanto volviera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Se fue de vacaciones sin tener cerrado lo que obtendría a cambio de apoyar esa moción de censura?

R. Pero es que más que compensación hay una situación de cabreo que ella tenía con su partido por muchos motivos. Y por eso dejó el PSOE y ahora nos apoya. Naturalmente, después de la investidura habrá una negociación con ella para ofrecerle entrar en el Gobierno.

P. ¿Y también a su marido?

R. De su marido, Francisco Cazalla, no hemos hablado. No le conozco.

P. ¿Están dispuestos a aceptarlo?

R. Cuando vuelva y me diga qué contraprestaciones quiere, veremos si se las podemos dar o no. Vamos a ser generosos, desde luego.

P. La familia insinúa que Susana Bermúdez está con alguien del GIL en algún lugar de la Costa del Sol...

R. Yo no sé donde está. Y además, aquí nadie mueve un dedo sin mi permiso, o sea que puedo garantizar que el GIL no sabe nada del paradero de Susana Bermúdez. Y lo digo también porque hablo con Jesús Gil varias veces al día, sé perfectamente todo lo que hace nuestra gente.

P. ¿No quieren protegerla de las presiones?

R. No sólo no sé dónde está, sino que no me interesa. Sería un error nuestro imperdonable. Tal y como es la prensa, acabarán encontrándola, y si se comprueba que está con nuestra gente, sería un escándalo que nos dañaría mucho. Tenerla no nos beneficia para nada. Sobre esto no hay más que especulaciones extrañas. Primero, que estaba en Marruecos; ahora dicen haberla visto por Málaga, que la han amenazado de muerte... Es una situación de locos.

P. La familia está asustada porque ha pactado con ustedes.

R. Yo no he hablado con la familia. Lo que veo es un trasfondo de un problema dentro del partido socialista de Ceuta. Aquí hay dos familias: el clan de los Cerdeira, con la eurodiputada Carmen Cerdeira al frente, y los Bermúdez. A Susana le prometieron unas cosas que luego no cumplieron. Además, la verdadera militancia de base del PSOE está en contra del pacto con el PP.

P. Su familia dice que Susana ya no puede echarse atrás porque les tiene miedo a ustedes.

R. Esa es su opinión. Aquí hay otras personas que son las que están amenazando a la familia, no nosotros.

P. ¿Aceptarían que Susana se echara para atrás?

R. Si esa es su decisión... Nosotros en ningún momento hemos intentado meter miedo. No hace falta, porque eso existe ya en Ceuta desde hace muchos años. Y ahora el padre de Susana Brmúdez dice que el PP le ofrece lo mismo que nosotros... Es una guerra en la que no podemos entrar.

P. ¿Se puede dar ese vuelco? ¿Puede haber marcha atrás?

R. Cuando venga aquí hablaremos. Y haremos como Mustafa Aberchan [el actual presidente de Melilla], que dijo que no podía traicionar al GIL porque le había apoyado en la investidura. Si Susana nos apoya, como parece, no la traicionaremos. ¿En que consejería? Ya veremos dónde encaja. Pero todavía no he confeccionado el Gobierno, este fin de semana me voy a descansar y, a partir de ahí, trabajaré en eso. P. ¿Están dispuestos a tratarla de manera que no se pueda arrepentir?

R. Por supuesto. Nosotros tratamos bien a la gente que cumple con nosotros. Aquí todos somos una piña. Pero no tenemos estilos mafiosos, como se dice. No amenazamos a la gente. Eso son otros quienes lo hacen, y ya los desenmascararemos.

P. ¿Creían que podría ser Bermúdez la que rompiera el pacto y les apoyara a ustedes?

R. No nos habíamos planteado quién podía fallar. Lo estábamos viendo en bloque. La ruptura podía venir por el partido de Mustafa Mizzian (el partido de los musulmanes del PSD) o del PSOE. Nos hemos dedicado a hacer una oposición muy agresiva para tratar de romperlos y para que vieran qué clase de gente era la del PP, con qué gente se habían juntado. Sabíamos que, insistiendo en las debilidades de ese pacto, se caería antes de Navidades.

P. Y acabó rompiéndose por el PSOE...

R. Sí. La verdad es que yo no sabía los graves problemas que hay en el PSOE, en el que se mezclan enfrentamientos entre familias y demás. Me estoy dando cuenta ahora. Ayer, Basilio Fernández, que fue presidente con el PSOE, decía que estaba de acuerdo con Susana Bermúdez y que el verdadero cáncer estaba en el PSOE.

P. ¿Se aprovechan ustedes de esa situación de crisis?

R. Yo no estoy aquí para estar cuatro años en la oposición. Hemos de buscar cualquier salida. Mi lucha es ser presidente de Ceuta. Lo tenía muy claro. Yo tengo que buscar cualquier resquicio para meterme ahí y desmantelar ese sistema. Y lo hemos encontrado haciendo una presión muy fuerte. A río revuelto, ganancia de pescadores, ¿no?

P. ¿Lo daban por descontado?

R. Estábamos seguros de que antes de Navidad se rompería el pacto. Calculábamos que eso ocurriría en septiembre.

P. Ahora dicen que anda usted buscando otras Susanas...

R.Tiempo al tiempo. Antes del día 23 a lo mejor sale más de uno. Hay malestar incluso entre los propios militantes del PP. El 17 de septiembre vamos a hacer un pleno sobre la televisión local, que aquí está toda comprada por el PP. El que levante la mano en contra de la moción que presentemos va a tener una querella criminal inmeditamente.

P. ¿Van a gobernar entonces con más de 13 diputados?

R. El que se quiera pasar, bienvenido sea. Si no, le van a llover dolores de cabeza. Que lo tengan todos claro.

Archivado En