"Paren de trabajar, por favor"
El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, posó ayer sonriente ante obras, taquillas, botes vacíos de pintura maltratados por las prisas, e incluso ante un jardinero que, con cara de póker, colocaba las plantas de las cercanías del estadio. Uno de los acompañantes del alcalde exclamó: "¿a que no esperaba tanto público?". El obrero calló y siguió su trabajo con gesto de circunstancia. Durante la rueda de prensa, ruido coral en el graderío de martillazos sobre tubos de aluminio, máquinas a pleno gas y voces pidiendo herramientas y materiales. Cuatro trabajadores tuvieron la desdichada ...
El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, posó ayer sonriente ante obras, taquillas, botes vacíos de pintura maltratados por las prisas, e incluso ante un jardinero que, con cara de póker, colocaba las plantas de las cercanías del estadio. Uno de los acompañantes del alcalde exclamó: "¿a que no esperaba tanto público?". El obrero calló y siguió su trabajo con gesto de circunstancia. Durante la rueda de prensa, ruido coral en el graderío de martillazos sobre tubos de aluminio, máquinas a pleno gas y voces pidiendo herramientas y materiales. Cuatro trabajadores tuvieron la desdichada idea de realizar unos remates sobre el tartán a unos metros del rincón de la pista adecentado como improvisada sala de prensa. Pedro Borges, coordinador general del Estadio Olímpico, le hizo entonces una pequeña mueca a una de sus subordinadas, quien, sigilosamente, se acercó para pedirle a los operarios que pararan durante la conferencia: "Paren de trabajar, por favor". Los obreros olvidaron las prisas y obedecieron. Esos mismos operarios desmontaron luego el escenario de la rueda de prensa en un par de minutos como si allí nada hubiese ocurrido: cosa de magia (cerca andaba un camión de efectos especiales para la ceremonia inaugural).