TERRITORIO

Vecinos del norte de Dénia exigen un recorte de espigones para frenar la erosión

Ejecutar el proyecto o recortar los espigones para frenar la erosión. Ese es el ultimátum que han lanzado a la Administración los vecinos de las playas del norte del litoral de Dénia después de cinco años de espera. La regeneración no llega y el mar sigue haciendo camino. Tres asociaciones de vecinos -las de las playas de L"Almadrava, Les Deveses y l"Estanyó Nord- exigen que en caso de que las actuaciones, presupuestadas en más de 3.000 millones de pesetas, no se acometan de inmediato se desmantele completamente el espigón de la playa de Els Molins y 500 metros de la escollera norte del puerto...

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Ejecutar el proyecto o recortar los espigones para frenar la erosión. Ese es el ultimátum que han lanzado a la Administración los vecinos de las playas del norte del litoral de Dénia después de cinco años de espera. La regeneración no llega y el mar sigue haciendo camino. Tres asociaciones de vecinos -las de las playas de L"Almadrava, Les Deveses y l"Estanyó Nord- exigen que en caso de que las actuaciones, presupuestadas en más de 3.000 millones de pesetas, no se acometan de inmediato se desmantele completamente el espigón de la playa de Els Molins y 500 metros de la escollera norte del puerto de Dénia, a los que según los informes de que disponen se deben todos los males que sufre la costa. En caso contrario, barajan medidas de protesta como cotar la carretera de Les Marines, una de las más transitadas. Los vecinos de las playas afectadas, que en algunos casos han visto cómo sus casas eran invadidas por el mar, sostienen que están sumidos en "un desastre ecológico" y que es imprescindible poner remedio a la situación cuanto antes. Señalan que en una reciente reunión con el director del proyecto de regeneración se les informó que del millón de metros cúbicos de arena que se pretendía aportar a las playas, que en buena parte estaban formadas de cantos rodados, únicamente se depositará la cantidad imprescindible para garantizar la defensa de la costa. En su opinión, de este modo queda solucionada la amenaza que veían los pescadores en el proyecto, ya que temían que un arrastre posterior de la arena afectase a las praderas de posidonia Occanina y por ello alegaron contra la propuesta de la Adminsitración. Mientras tanto, el proyecto sigue sin levantar el vuelo. Primero por una excesiva demora en la tramitación y resolución de los expedientes de un deslinde que ha encontrado una férrea oposición; después por el retraso del informe de impacto ambiental.

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