EL JUICIO DEL 'CASO BANESTO'

La conexión entre Liechtenstein y tres sociedades suizas

Aunque las operaciones de entrada y salida en la Banque Cantonale Vaudoise (BCV) entre 1991 y 1993 son 76, las transacciones son más numerosas. Aparte de nutrir de fondos a las tres sociedades suizas Asni Investments, Jamuna y Kaneko, Mario Conde y sus tres socios en la Fundación de Melvin hicieron operaciones con títulos de Asturiana del Zinc, Sniace, Petromed y otras sociedades del grupo Banesto.Lo primero que salta a la vista en las transacciones es la rapida entrada y salida de fondos y su transferencia de una cuenta a otra. Melvin, que operaba con la cuenta cifrada Fuentes 204.677 ...

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Aunque las operaciones de entrada y salida en la Banque Cantonale Vaudoise (BCV) entre 1991 y 1993 son 76, las transacciones son más numerosas. Aparte de nutrir de fondos a las tres sociedades suizas Asni Investments, Jamuna y Kaneko, Mario Conde y sus tres socios en la Fundación de Melvin hicieron operaciones con títulos de Asturiana del Zinc, Sniace, Petromed y otras sociedades del grupo Banesto.Lo primero que salta a la vista en las transacciones es la rapida entrada y salida de fondos y su transferencia de una cuenta a otra. Melvin, que operaba con la cuenta cifrada Fuentes 204.677 en la BCV, cruza muchas operaciones con otras dos cuentas. Una de ellas es la cuenta Amatista de la fundación llamada Seasun (Mar y Sol) de Sitges; la otra es la cuenta Rubino de la fundación Atom, de Gómez de Liaño. El nombre de Fuentes para la cuenta de Melvin es sugestivo: tanto Sitges como Gómez de Liaño viven en calles con ese nombre. Sitges, en el Camino de las Fuentes, en la Moraleja; Gómez de Liaño en Antonio Fuentes, en el Conde Orgaz. Las operaciones cruzadas de las tres fundaciones se elevan a unos 7.000 millones de pesetas.

Más información

La conexión de Melvin con Kaneko, sociedad de Conde en Suiza que canalizó de modo oculto 2.595 millones de pesetas a la sociedad del ex banquero en España Asebur Inversiones, y con Asni Investments, que intervinó en la operación enjuiciada Promociones Hoteleras, queda en evidencia en varias transacciones, lo mismo que con Jamuna.

El tinglado exterior de Conde ha quedado impune en términos fiscales. Nadie en este país se ha interesado por atacar este fraude. Y se podía, legalmente, atacarlo. La cláusula de especialidad en la cooperación jurídica con Suiza no ampara esquemas diseñados para el fraude fiscal.

Cuando este periódico habló por primera vez de la Fundación Melvin, en 1996, uno de los detectives de Mario Conde escribió que era una completa ficción. Adivinanza: ¿quien era ese sabueso? Juan Muñoz Bloise, el sagaz editor del Confidencial 2.000. De profesión, extorsionador.

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