Nervios y poco más

Lo mejor del día que acaba de terminar es que hay poco que contar. Con la lluvia de salida, los nervios típicos del primer día y todos frescos y con las fuerzas intactas, íbamos con un poco de miedo. Sabes que con el suelo mojado, en cualquier curva en que no vayas atentamente mirando hacia delante en décimas de segundo, sin darte cuenta, estás en la chepa del compañero de delante. Al final todo se ha quedado en una montonera que ha cogido a Navas, Peña y Solaun (que ha sido el más afectado), pero poca cosa. Todos han entrado al pelotón rápidamente.

Yo, la verdad, ni me he enterado has...

Lo mejor del día que acaba de terminar es que hay poco que contar. Con la lluvia de salida, los nervios típicos del primer día y todos frescos y con las fuerzas intactas, íbamos con un poco de miedo. Sabes que con el suelo mojado, en cualquier curva en que no vayas atentamente mirando hacia delante en décimas de segundo, sin darte cuenta, estás en la chepa del compañero de delante. Al final todo se ha quedado en una montonera que ha cogido a Navas, Peña y Solaun (que ha sido el más afectado), pero poca cosa. Todos han entrado al pelotón rápidamente.

Yo, la verdad, ni me he enterado hasta que le he oído a Eusebio (Unzue) por el walkie talkie farfullar un poco. Íbamos mientras tanto delante con Álex, porque era la zona de carretera revirada y estrecha, con curvas de las que propician las caídas y nos hemos dicho que si podíamos llevarle detrás de Armstrong, mucho menos peligro.

Hemos agradecido que los últimos kilómetros de la etapa fueran por la carretera general, lejos de las estrecheces de los anteriores kilómetros. Ha venido bien por que siendo 180 corredores al final, entre los sprinters que quieren empezar a coger el sitio delante y los que están bien en la general que también avanzan por si se producen cortes, siempre hay muchos nervios. Pero con la carretera ancha que nos ha tocado, todos hemos ido cómodos y sin problemas.

Antes de que saliera la escapada de Gouvenou ha habido bastantes ataques de grupos de corredores, pero el equipo del líder, el US Postal, que ha ido controlando siempre la carrera, ha actuado muy inteligentemente y los ha abortado. Sólo han dejado triunfar al que iba solo sabiendo que no iba a llegar muy lejos.

La etapa no ha ido tan lenta como puede hacer suponer la tranquilidad que hemos tenido, pero la gente no olvida que esto son tres semanas y vamos nadando y guardando la ropa, pensando en proteger a los corredores por los que apostamos. Pero seguro que algún día sale un equipo que la intentará liar y entonces sí que habrá cortes.

Mientras tanto, aprovechemos que Lance Armstrong es un líder serio y el US Postal un equipo sólido que nos irá marcando el ritmo de la carrera en los próximos días e impidiendo escapadas de 12 o 13, que esas sí que son incontrolables y peligrosas.

José Luis Arrieta es ciclista del equipo Banesto.