Treviño entra en una nueva etapa con dos alcaldes independientes

El Condado de Treviño inició ayer una nueva etapa con la conformación de sus dos ayuntamientos bajo mandato de alcaldes independientes favorables a la integración del enclave burgalés en Álava. Juan Carlos Aguillo, de la Agrupación Electoral Independiente (AEI), se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Treviño, mientras que Alfredo Oraá, también de la AEI, repite en el cargo en Lapuebla de Arganzón. Los partidarios de la integración lograron el 13-J un éxito histórico, al ganar por primera vez de manera simultánea en los municipios treviñeses. Tanto en Treviño como en Lapuebla, los independie...

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El Condado de Treviño inició ayer una nueva etapa con la conformación de sus dos ayuntamientos bajo mandato de alcaldes independientes favorables a la integración del enclave burgalés en Álava. Juan Carlos Aguillo, de la Agrupación Electoral Independiente (AEI), se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Treviño, mientras que Alfredo Oraá, también de la AEI, repite en el cargo en Lapuebla de Arganzón. Los partidarios de la integración lograron el 13-J un éxito histórico, al ganar por primera vez de manera simultánea en los municipios treviñeses. Tanto en Treviño como en Lapuebla, los independientes disponen de la mayoría absoluta frente al PP, que es la otra fuerza con representación. La investidura transcurrió con normalidad y la única anécdota fue la promesa del cargo del concejal de la AEI Roberto González en euskera y castellano. Donde la normalidad no fue la nota dominante fue en la sesión constituyente del Ayuntamiento de Llodio. Varios vecinos increparon a los concejales del PP con los gritos de "carceleros y asesinos" a la vez que corearon consignas de apoyo al preso de ETA Mikel Etxebarria, de EH. Pablo Gorostiaga, parlamentario vasco y miembro de la Mesa Nacional de HB, fue nombrado alcalde con los únicos seis votos de Euskal Herritarrok. La coalición PNV-EA (cinco concejales) se abstuvo y tanto el Partido Popular (3 ediles) como el PSE (3) votaron a sus candidatos. Gorostiaga ya rigió los destinos de Llodio en la primera legislatura democrática (1979-1983) y entre 1987-1991. Los últimos ocho años la alcaldía había caído en manos del PNV. Sin homenaje completo Un numeroso grupo de vecinos se apostó a la salida del consistorio para hacerle un pasillo de honor. Sin embargo, los agentes policiales que le custodiaban le sacaron rápidamente de las dependencias municipales y evitaron que el homenaje se pudiera completar en su totalidad. En el Ayuntamiento de Ribera Baja tampoco discurrió la sesión constituyente con la normalidad que era previsible, aunque en este caso no hubo incidentes. El PNV se quedó sin la alcaldía, a pesar de ser la lista más votada el pasado 13-J. El único concejal socialista dio su voto al candidato del Partido Popular, formación que dispone del mismo número de ediles que el Partido Nacionalista Vasco (3) pero que en las elecciones obtuvo menos votos. Así, el representante socialista no siguió el criterio de respetar la lista más votada, tal y como había transmitido la dirección del PSE a sus concejales.

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