Un maizal para perderse

La Comunidad de Madrid contará a partir del 15 de julio, y sólo hasta el 15 de septiembre, con una particular y curiosa oferta de ocio: un parque cuya principal atracción será un laberinto vegetal con más de siete kilómetros de corredores para perderse. El Valle del Laberinto, nombre que recibe esta nueva zona de ocio, ocupará unas cinco hectáreas de los términos municipales de Santos de la Humosa y Alcalá de Henares y, según sus promotores, se convertirá en el dédalo más grande del mundo. Esta zona de ocio, creada a partir de miles de plantas de maíz, ocupará una superficie de 50.000 metros c...

La Comunidad de Madrid contará a partir del 15 de julio, y sólo hasta el 15 de septiembre, con una particular y curiosa oferta de ocio: un parque cuya principal atracción será un laberinto vegetal con más de siete kilómetros de corredores para perderse. El Valle del Laberinto, nombre que recibe esta nueva zona de ocio, ocupará unas cinco hectáreas de los términos municipales de Santos de la Humosa y Alcalá de Henares y, según sus promotores, se convertirá en el dédalo más grande del mundo. Esta zona de ocio, creada a partir de miles de plantas de maíz, ocupará una superficie de 50.000 metros cuadrados (la extensión de cinco campos de fútbol). Su trazado -obra del diseñador Gonzalo Muñoz- se inspira en un boceto realizado por el arquitecto alemán Boeckler en 1664. Está formado por cuatro rosetas en ángulo y una central, a la que se accede mediante puentes. La superficie total del parque es de 30 hectáreas y en él trabajarán 50 personas. La animación correrá a cargo de duendes, hadas y otros personajes de fantasía, que aparecerán y desaparecerán a lo largo del recorrido. Algunos de ellos ayudarán a las personas que se pierdan, mientras que otros les liarán más. Cuando el parque se abra al público el 15 de julio, las plantas habrán alcanzado una altura superior a los dos metros -ahora apenas superan el metro-, los senderos tendrán un ancho de 2,5 metros para evitar la sensación de claustrofobia y las paredes que formará el maizal serán, aproximadamente, de un grosor de dos metros.

Los responsables del nuevo espacio de recreo recordaron ayer el carácter efímero del parque, ya que a partir del 15 de septiembre las plantas de maíz se secan, por lo que se procederá a su cosecha "y se preparará todo de nuevo para el próximo verano, en el que el diseño y la animación serán distintos". El maíz que se obtenga de esta recolecta -"que no es transgénico", insistieron los responsables del parque- servirá de pienso al ganado.

Otras atracciones de la nueva zona de ocio serán exhibiciones de aves rapaces, que volarán libremente sobre el valle; una granja-escuela; un mercado de frutas y verduras; restaurante; cafetería; tienda ecológica con productos de la comarca; un mirador, y un tren, que saldrá desde el cercano centro comercial La Dehesa de Alcalá para llevar al público gratis al Valle del Laberinto, que contará con aparcamiento de casi 1.000 plazas. Aunque en España éste será el primer parque ecológico, existen 21 repartidos por todo el mundo.

La historia de los laberintos se remonta a dos mil años antes de Jesucristo. Griegos y romanos fueron grandes aficionados a este tipo de construcciones. En Francia, durante el siglo XIII, se diseñaron laberintos de mosaicos en los pavimentos de las iglesias góticas. La moda se extendió a otros países de su entorno y los dédalos fueron uno de los grandes entrenimientos de nobles y reyes. En la Inglaterra victoriana se diseñaron decenas de jardines con laberintos de setos como divertimento público. El entusiasmo por los dédalos se contagió pronto a Estados Unidos, pero las dos últimas guerras mundiales provocaron el abandono de estos jardines, que resurgieron con fuerza en los años setenta, cuando se convirtieron en una nueva atracción turística.

Valle del Laberinto se encuentra en el kilómetro 34 de la N-II. El precio de las entradas será de 1.250 pesetas para los adultos y de 850 para los niños de 3 a 8 años.