Cartas al director

¡Qué ilusión!

¡Qué ilusión se tiene cuando se compra uno una casa! Más aún cuando se trata de la primera vez, como es el caso de la mayoría de nuestros vecinos. Qué ilusión y, también, qué decepción. Como ya sabrá usted, el pasado 1 de junio la Comunidad de Madrid sufrió un temporal de viento y lluvia que afectó a numerosas viviendas en diferentes localidades, y entre estas viviendas se encontraba la nuestra, en Los Llanos de Boadilla, de reciente construcción (entregadas en diciembre de 1998). Tras la intervención de los bomberos, que se prolongó hasta aproximadamente la una de la madrugada, el espectácul...

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¡Qué ilusión se tiene cuando se compra uno una casa! Más aún cuando se trata de la primera vez, como es el caso de la mayoría de nuestros vecinos. Qué ilusión y, también, qué decepción. Como ya sabrá usted, el pasado 1 de junio la Comunidad de Madrid sufrió un temporal de viento y lluvia que afectó a numerosas viviendas en diferentes localidades, y entre estas viviendas se encontraba la nuestra, en Los Llanos de Boadilla, de reciente construcción (entregadas en diciembre de 1998). Tras la intervención de los bomberos, que se prolongó hasta aproximadamente la una de la madrugada, el espectáculo que pudimos observar al día siguiente era grotesco: tejados y aleros sin tejas, chimeneas rotas, embellecedores metálicos arrancados de los tejados, trozos de persianas arrancados, antenas de televisión caídas, verjas de los pisos bajos tumbadas (y cortadas por los bomberos para evitar males mayores), así como cascotes diversos diseminados por el "jardín" y los alrededores.

Pues el caso es que, a fecha de 20 de junio, todavía tenemos el supuesto "jardín" lleno de escombros y las verjas no han sido reparadas, con el peligro que ello supone tanto para los adultos como para los niños, que corren entre los hierros y juegan con las tejas sin que los adultos podamos hacer prácticamente nada para evitarlo (como no sea atarles con una cuerda o no bajar al "jardín"); las tejas no han sido colocadas, por lo que rezamos para que no haya un nuevo vendaval que tire las que siguen sueltas en los tejados; hemos estado 17 días sin televisión en seis de los nueve bloques que forman la urbanización, y todo ello porque los señores de Dragados y los señores de seguros Aegón se pasan la pelota unos a otros sin que ninguno arregle nada.-

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