El "número dos" del PSE exige la alcaldía de Vitoria para apoyar al PP en la Diputación

El PSE-EE considera que el coste político que supone dar su voto al candidato del PP a diputado general de Álava, Ramón Rabanera, exige su participación en los gobiernos de las dos instituciones alavesas más importantes, la Diputación Foral y el Ayuntamiento de Vitoria, cuya alcaldía considera "irrenunciable" para coliderar el cambio político que, según ambos partidos, exige la sociedad alavesa. El PP cuenta con nueve de los 27 concejales del consistorio y el PSE con cinco. El secretario de relaciones institucionales del PSE-EE, Jesús Eguiguren, reiteró este planteamiento ayer durante un rece...

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El PSE-EE considera que el coste político que supone dar su voto al candidato del PP a diputado general de Álava, Ramón Rabanera, exige su participación en los gobiernos de las dos instituciones alavesas más importantes, la Diputación Foral y el Ayuntamiento de Vitoria, cuya alcaldía considera "irrenunciable" para coliderar el cambio político que, según ambos partidos, exige la sociedad alavesa. El PP cuenta con nueve de los 27 concejales del consistorio y el PSE con cinco. El secretario de relaciones institucionales del PSE-EE, Jesús Eguiguren, reiteró este planteamiento ayer durante un receso de la reunión que celebró en San Sebastián la ejecutiva socialista con los alcaldes electos. Desautorizaba así las declaraciones de Txiki Benegas en las que había asegurado que los socialistas iban a garantizar al PP el control de la diputación. Además de rebatir las palabras del presidente del PSE-EE, Eguiguren, número dos de los socialistas vascos, se mostró escéptico sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo con el PP en estos términos. El líder del PSE, Nicolás Redondo Terreros, indicó anteayer que su partido no va a participar en una operación "para fragmentar al nacionalismo, como quiere el PP", pero tampoco urdirá "una trama con el PNV para que los populares no gobiernen en Álava".

Los dos partidos no van a constituir una comisión negociadora para analizar un pacto de gobernabilidad, pero piensan intensificar los contactos. El primero de ellos está previsto para hoy en Vitoria.

Contradicciones

La posición de los socialistas, independientemente de las contradicciones internas de sus dirigentes, deja abierta la posibilidad de que el gobierno de la diputación recaiga tanto en el PP como en el PNV y pone al rojo vivo la negociación de los pactos de gobernabilidad. Las dos fuerzas precisan del apoyo de otros partidos para presidir la diputación, pero mientras el PP, que cuenta con 16 procuradores, necesitaría de los nueve socialistas y los dos de Unidad Alavesa para alcanzar los 26 que le otorgan la mayoría absoluta, el PNV podría beneficiarse de la falta de acuerdo entre ambos partidos y no requiere de los votos socialistas para gobernar. Sus 16 junteros con el apoyo de los seis de EH y los dos de IU le proporcionarían una mayoría relativa pero suficiente. Eguiguren reconoció también que el caso de Álava es lo suficientemente singular como para justificar la excepción del compromiso de respetar la lista más votada. Sus palabras provocaron una inmediata reacción del PP. Un portavoz del PP vasco se apresuró a declarar que su partido se mantendrá firme en la postura de no ceder la alcaldía de Vitoria: "Es nuestra responsabilidad". Por la tarde, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, se mostró dispuesto a "asumir el riesgo de gobernar Álava sin acuerdo del PSE" y reiteró que no cederán Vitoria a los socialistas: "Si en la diputación sale el PNV nos iremos a la oposición, pero no vamos a entrar en mercadeo".

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