DÉNIA (LA MARINA ALTA) A la búsqueda de un modelo de ciudad

Modificar el Plan General de Ordenación Urbana adaptándolo a las nuevas necesidades de la población es el reto que deberá afrontar la nueva corporación municipal de Dénia tras las elecciones del 13 de junio. Ésta es una de las demandas asumidas por todos los grupos en una ciudad que adolece de espacios verdes (también de aparcamientos) y que en verano multiplica su población de 30.000 a cerca de 150.000 habitantes. Superado el problema del agua, aunque a veces la calidad no es todo lo deseable que debiera y todavía son demasiadas las fugas en la red, los nuevos gobernantes deberán buscar un mo...

Modificar el Plan General de Ordenación Urbana adaptándolo a las nuevas necesidades de la población es el reto que deberá afrontar la nueva corporación municipal de Dénia tras las elecciones del 13 de junio. Ésta es una de las demandas asumidas por todos los grupos en una ciudad que adolece de espacios verdes (también de aparcamientos) y que en verano multiplica su población de 30.000 a cerca de 150.000 habitantes. Superado el problema del agua, aunque a veces la calidad no es todo lo deseable que debiera y todavía son demasiadas las fugas en la red, los nuevos gobernantes deberán buscar un modelo de ciudad con una revisión del plan general aún pendiente. Para ello será necesaria también la mejora de las comunicaciones y la ordenación del litoral, una playa de cerca de 20 kilómetros y un puerto que trata de recuperar el esplendor de épocas anteriores. El tren de vía ancha que enlace con Gandia, del que hicieron bandera todos los grupos en las últimas elecciones, sigue apareciendo en los programas electorales pese a tratarse de una decisión que supera el ámbito municipal. La construcción de un teatro y un nuevo instituto encuentran también eco en las promesas de la campaña. La precaria situación de algunas playas -por la falta de alcantarillado, con problemas de erosión y accesos semi-privatizados- y de un parque natural -el del Montgó- ahogado por la presión urbanística sin unos límites claros y que adolece de un Plan Rector de Uso y Gestión 12 años después de que fuese declarado, dan cuenta de la falta de interés de las administraciones para preservar estos recursos. Mientras, los vecinos de las faldas del Montgó reclaman la conexión a la red general y también igualdad de condiciones en otros servicios, como la recogida de basuras o el alumbrado. Lo mismo ocurre en otras zonas consideradas urbanas, como la playa de Les Rotes. La importancia que tuvo el comercio por mar en época de romanos y árabes ha ido en declive y se reduce ahora al transporte de mercancías y pasajeros entre el puerto de Dénia y las Baleares. La recuperación ha sido lenta (ahora operan dos compañías) y se precisa de una fuerte inversión para realizar los nuevos muelles. Persiste la actividad pesquera, para la que se buscan nuevos incentivos con programas de la UE. El patrimonio cultural en una ciudad rica en hallazgos arqueológicos, y que tiene en su castillo su máximo exponente, ha sido quizá el recurso que más bien parado ha salido y mayor protección ha recibido. Constantemente se están realizando excavaciones que siguen aportando material interesante sobre su pasado y su historia, hasta el punto que se ha hecho popular ya la frase entre los vecinos de que cada vez que levantas una piedra "aparece algo". En estas elecciones, Sebastià Garcia repetirá como candidato del BNV a una alcaldía que le fue arrebatada en junio de 1995 por un pacto entre PP, PSPV-PSOE y los independientes de Gent de Dénia. Los socialistas presentan como candidato al ahora primer teniente de alcalde, José Vicente Ferrer, mientras el PP, superada la oposición frontal del viejo aparato que insistió hasta última hora en poner de cabeza de lista al que fuera alcalde durante los primeros años de la legislatura, Pedro Pastor, presenta una candidatura con Miguel Ferrer como alcaldable y nuevas caras a su lado.