El arzobispo de Valencia dice que la campaña promueve la calumnia, la mentira y el resentimiento

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, afirmó ayer a través de la agencia de noticias del arzobispado que en las actuales campañas electorales, los políticos desaprovechan "la ocasión de educar en una convivencia sana de respeto mutuo" y, por contra, las convierten en un "patio de mala vecindad" en el que se promueve "la falta de respeto, la mentira, la calumnia, el resentimiento y la violencia verbal". García-Gasco aboga por una campaña educativa.

Para el arzobispo, "no es legítimo" cualquier medio para conseguir el poder político porque "se han oído tantas cosas que se ha ca...

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, afirmó ayer a través de la agencia de noticias del arzobispado que en las actuales campañas electorales, los políticos desaprovechan "la ocasión de educar en una convivencia sana de respeto mutuo" y, por contra, las convierten en un "patio de mala vecindad" en el que se promueve "la falta de respeto, la mentira, la calumnia, el resentimiento y la violencia verbal". García-Gasco aboga por una campaña educativa.

Para el arzobispo, "no es legítimo" cualquier medio para conseguir el poder político porque "se han oído tantas cosas que se ha caído en una situación comparable al típico patio de vecinos mal avenidos". García-Gasco, que en sus tres últimas cartas semanales ha venido abogando por el contenido educativo de las campañas electorales como "oportunidad para que el pueblo crezca en responsabilidad democrática para saber elegir a sus políticos", indicó que la campaña "se ha deteriorado muy rápidamente", convirtiéndose en un "duelo muy personalizado entre algunos políticos que ha llegado a deformar la finalidad propia de la campaña". El arzobispo opina que los mítines deberían ser "escenarios para hacer crecer el sentido de responsabilidad democrática de un pueblo en la creación de una sociedad más justa, solidaria, humana y, por lo tanto, más habitable para todos". El máximo responsable de la iglesia valenciana lamenta que este tipo de campaña, "con escasos contenidos programáticos", produzca unos resultados que "dañan la imagen de de lo que debe ser la noble vocación de los políticos, al servicio de la sociedad". Los ciudadanos, en opinión de García Gasco, perciben que, en algunos casos, la vocación "no es tan transparente ni comprometida" como se creía inicialmente, y al final sólo queda el "desprestigio que afecta a toda la clase política". La consecuencia es que la campaña aparece como una "pérdida innecesaria de energías y hasta de dinero en la que no se adelanta nada".