TORRENT (L"HORTA SUD) La ciudad sin límites

Las paletas de los albañiles despachan viviendas a un ritmo endiablado. Pero tanto frenesí nunca basta para calmar el insaciable apetito del mercado inmobiliario. Las enormes bolsas de suelo urbanizable a precio asequible, las buenas comunicaciones y la cercanía de la capital han convertido a Torrent en una de las localidades valencianas con un mayor crecimiento y en la quinta población más populosa de la Comunidad, con más de 65.000 habitantes. Cada año se instalan en la ciudad más de 1.500 nuevos vecinos. El 40% procede del área metropolitana, el 35% de otras comunidades y el 25% llega de V...

Las paletas de los albañiles despachan viviendas a un ritmo endiablado. Pero tanto frenesí nunca basta para calmar el insaciable apetito del mercado inmobiliario. Las enormes bolsas de suelo urbanizable a precio asequible, las buenas comunicaciones y la cercanía de la capital han convertido a Torrent en una de las localidades valencianas con un mayor crecimiento y en la quinta población más populosa de la Comunidad, con más de 65.000 habitantes. Cada año se instalan en la ciudad más de 1.500 nuevos vecinos. El 40% procede del área metropolitana, el 35% de otras comunidades y el 25% llega de Valencia en busca de pisos económicos. Con todo, la tradición de Torrent como ciudad de aluvión se remonta al éxodo rural de los sesenta. Con aquella oleada duplicó su población de 20.000 a 40.000 vecinos. Como muchas otras poblaciones metropolitanas, Torrent sufrió un crecimiento anárquico, con una densidad brutal de cemento y ladrillo. Los urbanistas de la época apenas guardaron espacio para jardines y equipamientos sanitarios o culturales. Levantaron una ciudad dormitorio para obreros y dependientes que trabajaban en la capital. Pero la segunda expansión de Torrent no clonará aquellas barriadas de los sesenta tan poco acogedoras. El Ayuntamiento, gobernado por la izquierda sin interrupción desde 1979, ha diseñado la urbanización de los 500.000 metros cuadrados del futuro bulevar Reina Sofía, que conectarán el casco urbano con la zona residencial de El Vedat, con amplias avenidas de 60 metros de anchura, 150.000 metros cuadrados de zonas verdes y reserva de suelo para colegios y centros de salud. Los vecinos de las 3.000 nuevas viviendas tocarán a unos 13 metros cuadrados de jardín por cabeza. Con la urbanización del bulevar Reina Sofía, Torrent alcanzará los 75.000 habitantes. El crecimiento no acabará ahí. El Ayuntamiento pretende edificar en los próximos años otras 2.400 viviendas en 400.000 metros cuadrados próximos a la autovía. Y seguir levantando nuevos barrios hasta rondar los 100.000 vecinos. "Torrent no tiene techo", apunta Juan Jesús Ros, el socialista que lleva la vara de mando desde hace 12 años. "Es difícil detener el crecimiento de una ciudad tan atractiva para edificar, lo que intentamos es atemperar el desarrollo urbanístico para que no rebase la capacidad de los servicios". Ante tal delirio constructor, el Ayuntamiento ha creado la empresa pública Nous Espais, SA, para agilizar los trámites de los nuevos planes urbanísticos. Pero este desarrollo tan acelerado amenaza con desequilibrar la ciudad: por un lado, las nuevas avenidas ajardinadas y por el otro las viejas barriadas que se degradan paulatinamente, con viviendas cada vez más baratas en las que se focaliza la marginalidad y el trapicheo de droga. El candidato de EU, Modesto Ortega, reclama un plan contra la exclusión social para corregir estas desigualdades. Ros se queja de que esta legislatura no han recibido inversiones de la Generalitat, a pesar de que en 1995 le cedieron tres solares para levantar un instituto, un conservatorio y un centro de salud. Llevan cuatro años esperando el inicio de las obras. Pese a todo, en esta legislatura han inaugurado L"Auditori, un vanguardista envoltorio de cristal para actuaciones culturales financiado por el anterior Consell socialista, y el nuevo Ayuntamiento, ubicado en el edificio más emblemático de la ciudad, la antigua sede de la Caixa de Torrent.