Ortiz de Elguea expone su visión de la naturaleza en Pamplona

Carmelo Ortiz de Elguea se encuentra con la pintura en pleno proceso creativo. Con tozuda fidelidad a la naturaleza, habitada o no, el pintor guipuzcoano (Aretxabaleta, 1944) explora con dramatismo el entorno, siempre sin boceto previo alguno, y concluye obras con enorme tendencia expresionista. Sus últimas creaciones, realizadas entre el año pasado y el presente, se pueden contemplar desde ayer en la sala García Castañón de la capital navarra (García Castañón, 1), perteneciente a Caja Pamplona. Se trata de un conjunto de óleos de gran tamaño, algunos de los cuales formaron parte de la gran a...

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Carmelo Ortiz de Elguea se encuentra con la pintura en pleno proceso creativo. Con tozuda fidelidad a la naturaleza, habitada o no, el pintor guipuzcoano (Aretxabaleta, 1944) explora con dramatismo el entorno, siempre sin boceto previo alguno, y concluye obras con enorme tendencia expresionista. Sus últimas creaciones, realizadas entre el año pasado y el presente, se pueden contemplar desde ayer en la sala García Castañón de la capital navarra (García Castañón, 1), perteneciente a Caja Pamplona. Se trata de un conjunto de óleos de gran tamaño, algunos de los cuales formaron parte de la gran antológica que expuso el artista el pasado mes de enero en Vitoria. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 30 de junio. Referencia para los jóvenes Consciente de ser uno de los referentes obligados de los artistas vascos más jóvenes, Carmelo Ortiz de Elguea reivindica el proceso creativo como fuente de inspiración. "Pretendo pintar sensaciones más que paisajes o puntos concretos", explicó ayer. "Siempre comienzo a plasmar con movimientos envolventes, oscilantes. Después voy ordenando las cosas en el lienzo. Hay momentos en los que surge la pintura. Me la encuentro. Al final sujeto el lienzo con esos detalles elaborados que hay en mis cuadros. Por eso, debajo de este paisaje griego inundado, por ejemplo", señaló el artista, en referencia al cuadro Regreso de Ulises, "había un paisaje urbano de Nueva York que se puede ver si se fotografía el lienzo con rayos X". Las últimas obras del artista vasco vuelven a ser un juego de seducción con la naturaleza. El comisario de la muestra, Carlos Catalán, resaltó que son un ejemplo de que "lo esencial del arte no es imitar a la naturaleza, sino seducirla y dejarse seducir por ella". Ortiz de Elguea maneja en sus obras colores oscuros y de la gama de los ocres. "Son colores sordos, más metidos para adentro, que es lo que a mí más me interesa. Un color desde la tierra", dice.

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