Rusia y China hacen frente común para exigir el fin inmediato de los bombardeos

La visita a Pekín del mediador ruso para la crisis en los Balcanes, Víktor Chernomirdin, ha servido para clarificar dos aspectos que tendrán un efecto importante en el desarrollo de la guerra en Yugoslavia: primero, que la prioridad para ambas potencias es el fin inmediato de los bombardeos de la OTAN, sin lo cual será imposible discutir una solución negociada; segundo, que los dos países -ambos con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU- están dispuestos a apoyar el plan de paz elaborado la pasada semana por el Grupo de los Ocho (G-8), siempre que se haya producido antes un alto ...

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La visita a Pekín del mediador ruso para la crisis en los Balcanes, Víktor Chernomirdin, ha servido para clarificar dos aspectos que tendrán un efecto importante en el desarrollo de la guerra en Yugoslavia: primero, que la prioridad para ambas potencias es el fin inmediato de los bombardeos de la OTAN, sin lo cual será imposible discutir una solución negociada; segundo, que los dos países -ambos con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU- están dispuestos a apoyar el plan de paz elaborado la pasada semana por el Grupo de los Ocho (G-8), siempre que se haya producido antes un alto el fuego. Ningún portavoz oficial chino se refirió expresamente a esta segunda parte del acuerdo, pero Chernomirdin aseguró que hablaba en nombre de Pekín.

"Lo más importante es detener los bombardeos", insistió Chernomirdin como conclusión de sus contactos con las autoridades chinas. "Pekín está dispuesto a considerar el acuerdo del Grupo de los Ocho como base de un plan de paz", añadió el emisario ruso. Representantes del G-8 prevén reunirse de nuevo el viernes para comenzar a elaborar la resolución que, sobre las ideas de su plan de paz, será presentada en su día a votación por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los países occidentales pueden encontrarse con el veto de Rusia y China si, cuando llegue ese momento, continúan produciéndose los bombardeos sobre Yugoslavia. Por ahora, sin embargo, no hay síntomas de que el fin de los ataques aéreos esté próximo. Ayer, la OTAN afirmó haber comprobado que las tropas serbias no sólo no han salido de Kosovo, sino que han incrementado sus agresiones contra la resistencia albanokosovar. Como respuesta, los bombardeos aliados siguieron al ritmo habitual. Chernomordin dijo anoche al llegar a Moscú que tenía "nuevas ideas" que presentar a Estados Unidos para intentar que la vía diplomática progrese. China también se dirigió a Washington con una petición que indirectamente puede servir para flexibilizar la postura de Pekín: el ingreso de China en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Todos estos movimientos políticos siguen a la espera de un gesto del principal protagonista del conflicto, el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, que todavía no se ha producido públicamente.

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