Un ex ejecutivo de Banesto dice que Conde sólo propuso "anticipar" saneamientos
Álvaro Echániz, exsubdirector general de Banesto encargado del área de control operativo del banco, declaró ayer en el juicio oral del caso Banesto que el equipo de Mario Conde propuso, en sus negociaciones con el Banco de España, en diciembre de 1993, un plan de anticipación de provisiones, en referencia a la cifra de 372.000 millones aceptada por el ex banquero.La cifra admitida equivalía a agotar todos los recursos propios de la entidad, que por esa época ascendían a 359.000 millones de pesetas. Sin embargo, a esta observación, Conde y sus administradores han opuesto algo que ...
Álvaro Echániz, exsubdirector general de Banesto encargado del área de control operativo del banco, declaró ayer en el juicio oral del caso Banesto que el equipo de Mario Conde propuso, en sus negociaciones con el Banco de España, en diciembre de 1993, un plan de anticipación de provisiones, en referencia a la cifra de 372.000 millones aceptada por el ex banquero.La cifra admitida equivalía a agotar todos los recursos propios de la entidad, que por esa época ascendían a 359.000 millones de pesetas. Sin embargo, a esta observación, Conde y sus administradores han opuesto algo que ayer explicó Echániz al tribunal. "La aceptación de provisiones superiores a 300.000 millones de pesetas fue una propuesta para anticipar provisiones, resultado de una política ultraconservadora", declaró.
Echániz dijo no conocer las cifras concretas porque, según afirmó, nunca se les dio por parte del Banco de España. Y, dijo, siempre creyó que las cosas iban por buen camino. "Paulina Beato me contaba que las cosas iban bien en sus reuniones con el Banco de España", aseguró.
Ayer también prestó declaración Santiago Calvo-Sotelo, ex director de auditoría interna del banco. Según dijo, el sistema de cálculo de las provisiones y su contabilización era manual, ya que no existía entonces una aplicación informática para hacerlo de forma mecanizada.
Cuando se le preguntó sobre qué sintió cuando se informó que los saneamientos necesarios ascendían a 605.000 millones, el testigo se lo pensó y dijo: "Una gran impresión".