Un 2-0 inimaginable

Ni Clifford Luyk en la peor de sus pesadillas, ni Javier Imbroda en el mejor de sus sueños podían imaginarse que la eliminatoria dibujara un 2-0 para el Caja San Fernando tras disputarse dos partidos. Así lo reconocieron ambos técnicos, incapaces de disimular su incredulidad: "Sería una estupidez decir que nos habíamos imaginado algo así antes de empezar la eliminatoria", reconoció Imbroda. "Ganar 2-0 al Madrid es algo importantísimo para el equipo y para la ciudad de Sevilla. Pero ni en nuestros mejores sueños lo pensamos".Tampoco lo imaginaba, por descontado, Luyk, que describió el estado de...

Ni Clifford Luyk en la peor de sus pesadillas, ni Javier Imbroda en el mejor de sus sueños podían imaginarse que la eliminatoria dibujara un 2-0 para el Caja San Fernando tras disputarse dos partidos. Así lo reconocieron ambos técnicos, incapaces de disimular su incredulidad: "Sería una estupidez decir que nos habíamos imaginado algo así antes de empezar la eliminatoria", reconoció Imbroda. "Ganar 2-0 al Madrid es algo importantísimo para el equipo y para la ciudad de Sevilla. Pero ni en nuestros mejores sueños lo pensamos".Tampoco lo imaginaba, por descontado, Luyk, que describió el estado de ánimo de su equipo de manera bien gráfica. "Estamos como ese boxeador que ya ha caido dos veces a la lona y que sabe que a la tercera llegará el K.O. definitivo", subrayó Luyk. Las coincidencias de ambos no se limitaron a lo inimaginable de ese 2-0. También coincidieron en lo que puede deparar un futuro que sigue en el aire: ""No quiero oir que tenemos dos oportunidades para llegar a la final" dijo Imbroda, "porque eso demostraría debilidad mental. No hay nada decidido, pero queremos ganar ya el siguiente partido". Luyk, que reconoció que su equipo estaba groggy aún confía en la reacción: "Ahí está el reto, en comprobar si somos capaces de levantarnos e igualar el combate. Estoy seguro de que vamos a reaccionar", dijo.