Reportaje:

Otra forma de reciclar

,Durante 1998 se recogieron en todo el país más de 567.000 toneladas de vidrio usado, la mayor parte procedente de los envases depositados por los ciudadanos en los cerca de 57.000 contenedores dedicados en exclusiva a este tipo de residuos. Con respecto a 1997, la tasa de reciclaje de este material, que no ha dejado de crecer en los últimos años, experimentó un incremento global del 8,7 %, lo que supuso la retirada diaria de más de 6 millones de envases de vidrio. Los buenos resultados obtenidos el pasado ejercicio se debieron, entre otros factores, a la entrada en vigor, a comienzos de mayo...

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,Durante 1998 se recogieron en todo el país más de 567.000 toneladas de vidrio usado, la mayor parte procedente de los envases depositados por los ciudadanos en los cerca de 57.000 contenedores dedicados en exclusiva a este tipo de residuos. Con respecto a 1997, la tasa de reciclaje de este material, que no ha dejado de crecer en los últimos años, experimentó un incremento global del 8,7 %, lo que supuso la retirada diaria de más de 6 millones de envases de vidrio. Los buenos resultados obtenidos el pasado ejercicio se debieron, entre otros factores, a la entrada en vigor, a comienzos de mayo, de la Ley de Envases y Residuos de Envases, que obliga a los fabricantes a contar con un sistema que permita recuperar estos desechos para volver a utilizarlos como materia prima. La fórmula por la que han optado la mayoría de las empresas del sector es el denominado Sistema Integrado de Gestión (SIG), servicio que hasta ahora sólo presta Ecovidrio, sociedad en la que participan los principales fabricantes y recuperadores del país. Ecovidrio se financia con las aportaciones que realizan las empresas envasadoras por cada recipiente puesto en el mercado, aportación que varía, según el tamaño, entre los 15 y los 40 céntimos. Con el dinero recaudado se pagan los contenedores, la recogida, el transporte y el tratamiento de estos residuos, así como las campañas de concienciación ciudadana. Los ayuntamientos pueden delegar todo este proceso en Ecovidrio, aunque cuando la gestión de las basuras es municipal debe ser esta sociedad la que abone a las corporaciones la diferencia de coste entre el sistema tradicional, que se permitía hasta hace un año (recogida de basuras, sin separación de materiales, y depósito en vertedero), y el nuevo modelo de gestión al que obliga la ley (separación de los residuos en origen y reciclaje). En Andalucía ya han suscrito convenios con Ecovidrio la mayoría de los ayuntamientos gaditanos así como el de Antequera (Málaga). En Córdoba, Sevilla y Granada, tanto en lo que se refiere a las capitales como a los municipios de la provincia, sigue negociándose un acuerdo. En el resto de la comunidad apenas se han iniciado las conversaciones. Posiblemente debido a este retraso en la aplicación de los nuevos sistemas de reciclaje la retirada de vidrio usado se estancó durante el pasado año en Andalucía, después de haber estado creciendo al mismo ritmo que lo hacía en otras comunidades autónomas. Si en 1997 se retiraron de los contenedores andaluces 31.540 toneladas de este residuo, el pasado año la cifra disminuyó ligeramente, alcanzándose las 31.296, fenómeno que en todo el país sólo se dio en Extremadura. La consecución de acuerdos satisfactorios se ha hecho notar en regiones como Asturias, en donde se triplicó el reciclado de vidrio entre 1997 y 1998, Cataluña, que logró duplicarlo, o Galicia, donde el crecimiento fue del 51 %. A juicio de Luis Silva, presidente de la Asociación Española de Ciudades para el Reciclaje, "la actitud de Ecovidrio está causando un grave perjuicio económico a numerosas entidades locales y, en consecuencia, a sus ciudadanos". La mayoría de los ayuntamientos andaluces siguen haciéndose cargo de la retirada y tratamiento de los envases de vidrio, advierte Silva, "sin percibir las compensaciones económicas que debe aportar Ecovidrio, por lo que hemos pedido al Gobierno andaluz que exija el cumplimiento de la ley a esta sociedad". Por su parte, los responsables de Ecovidrio se quejan de las diferentes valoraciones que hacen los ayuntamientos, ya que algunos reclaman compensaciones que pueden llegar a doblar las cifras exigidas por otros. "Lo razonable", explica Javier Puig de la Bellacasa, director general de la sociedad, "es pactar un coste estándar por kilo de residuo tratado, como hemos hecho con el Consorcio Bahía de Cádiz, en donde abonamos 5.450 pesetas por tonelada de basura, cantidad a la que hay que sumar las inversiones que venimos realizando en contenedores y que este año, y para esa zona, van a superar los 15 millones de pesetas". En cualquier caso, precisa Puig de la Bellacasa, Ecovidrio se muestra dispuesta, una vez alcanzados los correspondientes acuerdos, a abonar las cantidades acordadas con efecto retroactivo a 1 de enero.

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al E-mail: sandoval@arrakis.es

El envase más natural

En Andalucía, a las 31.000 toneladas de vidrio que se depositaron en contenedores a largo del pasado año hay que sumar otras 19.000 toneladas, procedentes también de envases domésticos, que se recogieron mediante otros sistemas. El reciclaje del vidrio es sumamente rentable, tanto desde el punto de vista económico como ecológico. La retirada de este desecho, que se emplea en la fabricación de nuevos envases, supone un importante ahorro de combustible. Las 50.000 toneladas recogidas en Andalucía evitaron el consumo de unas 6.600 toneladas de petróleo, con las que, por ejemplo, podrían cubrirse las necesidades energéticas de unos 10.000 hogares durante todo un año. El ahorro en materias primas no es menos importante, y en el caso de Andalucía se calcula en unas 60.000 toneladas, ya que de cada kilogramo de envases usados se obtiene idéntica cantidad de envases nuevos y se ahorran 1,2 kilos de materiales como arena, sosa y caliza. Por último, cabría añadir el beneficio que se deriva de una notable reducción en el volumen de las basuras urbanas. En el mejor de los casos, retirar una sola tonelada de desechos le cuesta a cualquier servicio municipal de limpieza unas 8.000 pesetas. Aunque la provincia en la que se almacenó más vidrio en los contenedores fue Sevilla (cerca de 7.400 toneladas), los habitantes de Córdoba siguen siendo, desde hace años, los más concienciados con estas prácticas, ya que, como media, cada uno de ellos depositó 6,2 kilos en los puntos de recogida, frente a los 4,7 kilos de un sevillano, los 4,4 de un onubense o los escasos 3,1 kilos de un jiennense. La media española se sitúa en 7,1 kilogramos.

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