Cartas al director

Vecinos sin agua por Aznalcóllar

Un año después de la rotura de la Balsa de las Minas de Aznalcóllar no puedo más que preguntarme qué hubiese pasado si no se hubiese intervenido a tiempo para cortar el paso de esas aguas contaminadas al entorno de Doñana. La reflexión me la hago como participante en las actuaciones que se llevaron a cabo en esa trágica noche y, por otra parte, como afectado, ya que vivo en una de las urbanizaciones que se han quedado sin el agua de los pozos de los que recibía el suministro. La noche del 25 de abril de 1998 avisé a la Guardia Civil de que "algo raro" ocurría en el río, ya que se escuchaba el ...

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Un año después de la rotura de la Balsa de las Minas de Aznalcóllar no puedo más que preguntarme qué hubiese pasado si no se hubiese intervenido a tiempo para cortar el paso de esas aguas contaminadas al entorno de Doñana. La reflexión me la hago como participante en las actuaciones que se llevaron a cabo en esa trágica noche y, por otra parte, como afectado, ya que vivo en una de las urbanizaciones que se han quedado sin el agua de los pozos de los que recibía el suministro. La noche del 25 de abril de 1998 avisé a la Guardia Civil de que "algo raro" ocurría en el río, ya que se escuchaba el paso de un gran caudal de agua, totalmente impropio de la época, por lo que temía por las familias que pudieran vivir en sus riberas. Cuando llegó la patrulla de la Guardia Civil a nuestra parcelación les pedí que apagarán los motores de sus coches y ellos mismos pudieron comprobar el ruido procedente del río. Ni en la comandancia de Aznalcóllar ni en ningún otro lugar nadie parecía saber nada de lo que estaba ocurriendo, por lo que ése fue el momento en el que las autoridades empezaron a tener conocimiento de que "algo grave" estaba pasando. A partir de ahí, todos mis elogios para la actuación de la Guardia Civil, que rescató a las familias que estaban en casas inundadas por la riada y supo activar los resortes necesarios para evitar lo que hubiese sido una catástrofe irreparable: la perdida de Doñana. Un año después, una vez "limpiado" el cauce del río Guadiamar y reabierta la explotación minera, seguimos sin una solución cierta que regularice el suministro de agua a nuestras viviendas y a nuestros regadíos. No puedo más que solicitar a la Administración, que tanto ha podido agilizar los tramites para la apertura de la mina, que agilice al máximo las gestiones para la solución de los problemas que seguimos padeciendo las urbanizaciones que teníamos como única fuente de suministro de agua los pozos clausurados por la contaminación. Estamos aquí. Existimos. Nos aseamos, lavamos nuestra ropa y fregamos nuestros platos con el agua que sale por nuestros grifos: la que nos suministran los pocos camiones que, como solución provisional suministraba Boliden-Apirsa hasta que dejo de cumplir sus compromisos y tubo que hacerse cargo de este suministro el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor. (dos cubas al día para 200 parcelas) Necesitamos una solución urgente y definitiva en la que creo que todos estamos dispuestos a colaborar: nuevas prospecciones de pozos, agua de riego desde Aznalcóllar, traída de agua potable y alcantarillado, ... lo que sea necesario pero ya, antes de que el abandono provoque la asfixia de estas parcelaciones que con tanta ilusión se iniciaron. Por favor, ayúdennos, ciudadanos españoles: necesitamos urgentemente agua.- Miguel Ángel Jiménez Perea. Sanlúcar la Mayor (Sevilla).

Un fundamentalismo de carácter laico

Señor Pezzi: recientemente la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha emprendido una campaña dirigida a dignificar el papel de los profesores en la sociedad, campaña que me ha parecido muy adecuada y por la cual le felicito. Cuando empezaba a valorar y agradecer esta campaña, compruebo que se lanza otra dirigida a desacreditar y desautorizar a los profesores de Religión como Tutores en los centros públicos de ESO, apartándoles de las tutorías con el curso en marcha. Como ha sido el caso de la tutora de mi hija. Señor Pezzi: ignoro si sus motivos para tomar esta medida son políticos, o personales, pero desde luego lo que sí sé es que no son pedagógicos, porque a quien perjudica con su medida es precisamente a unos alumnos que tan pocas oportunidades tienen de recibir una tan deseada "Educación en valores", sobre todo teniendo en cuenta la complejidad de una sociedad como la nuestra, donde los adolescentes y jóvenes tienen tantas oportunidades de alienarse, exponiéndose a riesgos como el alcoholismo, la drogadicción, la anorexia; y a tendencias como el individualismo, la xenofobia, el consumismo... ¿Le parece a usted, sinceramente, que estorba o perjudica la figura del profesor-tutor con una formación humanista, ya sea ésta cristiana, budista, hinduista, etcétera? ¿Le parece justificada esta decisión? Le sugiero en cambio, señor Pezzi, que evalúe técnicamente a éstos profesores como tutores, que realice también encuestas a los alumnos y a nosotros, los padres, y si alguno no realizase la función tutorial adecuadamente, entonces desautorícelo. Pero a los demás dignifíquelos al igual que al resto del profesorado. Permítame apuntarle por último que en los tiempos que corren la intolerancia es un valor en declive, ni siquiera vende políticamente; hasta Mohamed Jatamí, el presidente de Irán se ha reunido el pasado mes de Marzo con el papa Juan Pablo II y han acordado mejorar las condiciones para que los católicos tengan plenos derechos en el país de los fundamentalistas islámicos. Por favor, señor Pezzi: no vaya a imponer en Andalucía, cuna de la tolerancia y de la convivencia, un "fundamentalismo laico" trasnochado que no beneficia a nadie y que tan sólo perjudica a nuestros hijos y a la sociedad futura.- María Isabel Cruz Travé. Sevilla.

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