¿Para qué sirve reclamar?
Mientras el pasajero escribe sobre el cuaderno de reclamaciones de las azafatas chaquetas rojas de Iberia, ni habla ni grita, ni gesticula. Sólo escribe. Y cuando se tienen a unas treinta personas enfrente encabritadas con Iberia, ese cuaderno puede convertirse en un arma de defensa muy útil para las chaquetas rojas. El vuelo que debía partir a las 20.00 horas desde Barajas a Tenerife Norte se canceló pocas horas antes de salir. Lo que ofrecía Iberia era otro vuelo que salía a las 11.55 hacia Tenerife Sur, a cien kilómetros del destino de origen. Y lo que venían a decir los viajeros era: "El ...
Mientras el pasajero escribe sobre el cuaderno de reclamaciones de las azafatas chaquetas rojas de Iberia, ni habla ni grita, ni gesticula. Sólo escribe. Y cuando se tienen a unas treinta personas enfrente encabritadas con Iberia, ese cuaderno puede convertirse en un arma de defensa muy útil para las chaquetas rojas. El vuelo que debía partir a las 20.00 horas desde Barajas a Tenerife Norte se canceló pocas horas antes de salir. Lo que ofrecía Iberia era otro vuelo que salía a las 11.55 hacia Tenerife Sur, a cien kilómetros del destino de origen. Y lo que venían a decir los viajeros era: "El Tenerife Norte lo cierran a las diez. A partir de esa hora ya no hay ni un taxi. ¿Quién nos lleva entonces a nuestra casa?". Un pasajero explicaba: "Mi mujer está sola en casa con dos niños pequeños. ¿Cómo va a dejarles para recogerme. Tengo que coger un taxi ¿verdad? ¿Usted sabe cuánto cuesta un taxi que viene a recogerte desde la ciudad? Más de cuatro mil pesetas".
Las azafatas se encogían de hombros y miraban hacia el libro de reclamaciones. De repente alguien les preguntó: "Oigan, ¿para qué sirve reclamar? ¿Se nos va a indemnizar?" Y la azafata respondía: "A veces la compañía lo hace. Y desde luego, siempre se les va a contestar".
Fuentes de Iberia no supieron precisar cuántas reclamaciones se habían registrado en los últimos veinte días. Ni cuántas se habían recompensado económicamente.