Los vecinos de Torre Baró, decepcionados ante la reforma que plantea el Ayuntamiento para el barrio

Los vecinos de Torre Baró, en Barcelona, se declaran decepcionados por la reforma urbanística que el Ayuntamiento propone para el barrio. Los vecinos alegan que este barrio tenía un Plan de Reforma Interior (PERI) aprobado en 1985, que no se comenzó a aplicar hasta el año pasado, es decir, con 14 de retraso, y ahora el Ayuntamiento se propone revisar el plan de forma que consideran perjudicial para muchos de los propietarios de las casas. El viejo PERI respetaba la mayor parte de las casas construidas en la ladera, calificada como zona urbanizable. Ahora, la reforma prevé que 30 hectáreas de l...

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Los vecinos de Torre Baró, en Barcelona, se declaran decepcionados por la reforma urbanística que el Ayuntamiento propone para el barrio. Los vecinos alegan que este barrio tenía un Plan de Reforma Interior (PERI) aprobado en 1985, que no se comenzó a aplicar hasta el año pasado, es decir, con 14 de retraso, y ahora el Ayuntamiento se propone revisar el plan de forma que consideran perjudicial para muchos de los propietarios de las casas. El viejo PERI respetaba la mayor parte de las casas construidas en la ladera, calificada como zona urbanizable. Ahora, la reforma prevé que 30 hectáreas de la ladera sea zona forestal y que las 700 nuevas viviendas previstas se concentren en el llano.

El retraso en la aplicación del PERI ha hecho que el barrio haya pasado de 6.000 habitantes a 2.000. El concejal Antoni Santiburcio justificó la necesidad de revisar el plan alegando que "había quedado desfasado". El presidente de la Asociación de Vecinos de Torre Baró, Rafael Nieto, afirma que la culpa de que el PERI esté desfasado la tiene quien tan poca prisa se ha dado durante estos 15 años en aplicarlo. Una buena parte del barrio está formada por viviendas de autoconstrucción, que durante estos años han sufrido un gran deterioro porque el Ayuntamiento ha tenido congelada la concesión de licencias a la espera de que se aplicara el PERI. Los vecinos han sabido ahora que los terrenos liberados en las laderas de la montaña por las expropiaciones que el Ayuntamiento ha ido realizando serán destinados a parque forestal. Y que sólo se mantendrán las casas que están en buen estado. El resto serán derribadas. A los vecinos no les convence el argumento de que, con la operación, se ganarán unas 30 hectáreas de parque forestal. "Las expropiaciones se han hecho para una finalidad y ahora se propone otra. Además, nos tememos que, si la reforma se lleva a cabo, suponga un nuevo retraso en la aplicación del plan", afirma Nieto. Tampoco les consuela a los habitantes de Torre Baró oír que las viviendas en buen estado situadas en la ladera podrán salvarse de las piquetas. En este caso, consideran que quienes continúen viviendo allí quedarán "tan aislados como los del polígono de la Zona Franca", rodeados de vías rápidas y en unas casas cuyo valor, temen, caerá en picado. La propuesta de reforma municipal ha tenido mejor acogida en el barrio vecino de Vallbona (Nou Barris), donde se prevé levantar 1.500 viviendas. Desde Torre Baró se comprende la postura de sus vecinos de distrito: "Vallbona está situada en un llano y allí no hay problema, pero nosotros tenemos muy asumido que vivimos en la montaña y no queremos que nos quieran colocar ahora en el llano", apostilla Rafael Nieto.

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