Desalojados 300 vecinos de una torre de 17 plantas al arder los contadores

Mucho pánico sin ver una llama. Trescientas personas fueron desalojadas ayer tarde de la torre de 17 plantas situada en el número 92 de la avenida de Pío XII (Chamartín) al arder el cuarto de contadores del sótano por un cortocircuito. Una densa y molesta nube de humo se extendió por todo el bloque. El Samur atendió a diez personas y otras cinco, dos policías y tres ancianos, fueron hospitalizadas a causa de la humareda. Las 135 casas de la torre estaban anoche cubiertas de hollín y sin luz.

El incendio, ocurrido en un bloque cercano a la M-30, desató un monumental atasco en la zona...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Mucho pánico sin ver una llama. Trescientas personas fueron desalojadas ayer tarde de la torre de 17 plantas situada en el número 92 de la avenida de Pío XII (Chamartín) al arder el cuarto de contadores del sótano por un cortocircuito. Una densa y molesta nube de humo se extendió por todo el bloque. El Samur atendió a diez personas y otras cinco, dos policías y tres ancianos, fueron hospitalizadas a causa de la humareda. Las 135 casas de la torre estaban anoche cubiertas de hollín y sin luz.

El incendio, ocurrido en un bloque cercano a la M-30, desató un monumental atasco en la zona norte de la ciudad. El distrito de Chamartín, el paseo de la Castellana y la ronda de circunvalación sufrieron retenciones hasta las ocho de la tarde. El fuego se originó, según los bomberos, por un cortocircuito en el cuarto de contadores del sótano. Eran las cuatro de la tarde y había unas trescientas personas en el edificio, donde viven unos seiscientos vecinos. Según el concejal del distrito de Chamartín, Miguel Ángel Araújo, el fuego fue descubierto por unos trabajadores de la empresa Otis que efectuaban labores de mantenimiento.

Las llamas fueron sofocadas rápidamente y no salieron de la sala de contadores, pero el humo se propagó por el bloque a través de las canalizaciones de aire y los conductos situados en los falsos techos. La alarma saltó al instante y funcionó bien, según un vecino. Los residentes en los pisos bajos salieron a la calle de forma ordenada. Peor lo pasaron los que vivían en las plantas altas, ya que el humo les cegaba y asfixiaba a medida que bajaban. Se produjeron entonces las escenas de pavor. Varias personas empezaron a gritar. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Municipal y bomberos entraron en el edificio para evacuar a los inquilinos y ayudar a las personas de mayor edad.

Salvada por el móvil

Una vecina quedó atrapada en el ascensor al cortarse la corriente. Avisó a los bomberos por el teléfono móvil. Varios técnicos en ascensores ayudaron a los bomberos a rescatarla. Los miembros del servicio de extinción de incendios, que acudieron con 10 coches al lugar del incendio, tuvieron que destrozar algunos falsos techos para dar salida al humo. El Samur movilizó a 30 personas en 10 ambulancias que atendieron a cinco vecinos y seis policías. Dos agentes y tres inquilinas fueron ingresados a causa de una leve intoxicación. Los pisos de las primeras plantas quedaron más dañados. "A causa del intenso calor generado, hay muchos desperfectos en muebles y enseres. Además, las casas del bloque están ennegrecidas", indicó Juan Redondo, inspector jefe de los bomberos.

Todas las instalaciones eléctricas estaban destrozadas y el edifico carecía de luz. "Aquí no podremos dormir por lo menos en una semana", dijo una inquilina de la octava planta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En