Los Lobos Grises "toman" Ankara en la noche de su victoria

Con sólo un 20 por ciento de votos escrutados, la formación de extrema derecha Partido de Acción Nacionalista, más conocido como Lobos Grises por el siniestro apodo de su facción más radical, se perfilaba en la noche de ayer como clara vencedora de la jornada electoral. Por vez primera en 22 años, esta formación política de tinte ultranacionalista podría traspasar la barrera del 10 por ciento de los sufragios (esta madrugada ya alcanzaba el 17%). Si bien es cierto que el MHP, creado a la sombra del Coronel Türkes (artifice del golpe de estado de 1960), ha moderado sustancialmente su discurso ...

Con sólo un 20 por ciento de votos escrutados, la formación de extrema derecha Partido de Acción Nacionalista, más conocido como Lobos Grises por el siniestro apodo de su facción más radical, se perfilaba en la noche de ayer como clara vencedora de la jornada electoral. Por vez primera en 22 años, esta formación política de tinte ultranacionalista podría traspasar la barrera del 10 por ciento de los sufragios (esta madrugada ya alcanzaba el 17%). Si bien es cierto que el MHP, creado a la sombra del Coronel Türkes (artifice del golpe de estado de 1960), ha moderado sustancialmente su discurso político, muchos recordaban ayer que Mehmet Ali Agca, el hombre que disparó sobre el Papa en 1981, era un Lobo Gris.

Una nueva época, un nuevo líder, éste es el mensaje que acompaña la imagen del líder del partido, Devlet Bahceli, en los carteles electorales que salpican las paredes de la sede central, donde anoche se agolpaban varios centenares de seguidores blandiendo la bandera roja ornada de tres lunas blancas que representa su formación. Manos alzadas simulando la cabeza de un lobo se agitaban frente a la entrada principal, mientras los gritos de "Devlet, presidente" se unían al incesante sonar de los cláxones.

"No somos un partido fascista, somos nacionalistas de centro", aseguraban las fervientes seguidoras, mujeres enjoyadas de clase alta, concentradas en la sede. Entrada la madrugada, y mientras proseguía el goteo de datos, los jóvenes lobos se alejaban vociferantes a bordo de sus vehiculos. Poco importaban los resultados finales, suya era la noche de la victoria.