Cartas al director

Mejor que me odien...

A menudo, en Yugoslavia, se utiliza el refrán "Es mejor que me odien a que no sientan pena por mí". En él hay algo de obstinación infantil y también algo de dignidad de un pueblo, algo que no se puede quitar, incluso cuando te lo han quitado todo. Creo que en esta guerra todos nosotros damos pena. Todas las madres tienen los mismos miedos por sus hijos cuando se trata de un bombardeo. También saben que la violencia siempre produce más violencia, y así el círculo de aquellos por los que sentimos pena se extiende. Me parece que la OTAN, al definir su estrategia propagandística para el ataque co...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A menudo, en Yugoslavia, se utiliza el refrán "Es mejor que me odien a que no sientan pena por mí". En él hay algo de obstinación infantil y también algo de dignidad de un pueblo, algo que no se puede quitar, incluso cuando te lo han quitado todo. Creo que en esta guerra todos nosotros damos pena. Todas las madres tienen los mismos miedos por sus hijos cuando se trata de un bombardeo. También saben que la violencia siempre produce más violencia, y así el círculo de aquellos por los que sentimos pena se extiende. Me parece que la OTAN, al definir su estrategia propagandística para el ataque contra Yugoslavia, se inspiró un poco en el refrán que he mencionado antes; mejor dicho, en la simplificación de términos que suelen hacer para el público más amplio. A unos (los serbios) hay que odiarles, y por los otros (los albanokosovares) hay que sentir pena, junto con el mensaje indirecto de que hay que admirar a la OTAN. Esta estrategia parece ser muy aceptada, excepto por los que son bombardeados, que no parecen mostrar excesivo grado de cariño hacia la Alianza. Supongo que eso produce la insatisfacción de la OTAN, por lo que promete seguir con los ataques hasta conseguir la admiración que parece desear.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En