Crisis en el Gobierno sueco por la inesperada dimisión del ministro de Finanzas, contrario a los recortes fiscales

La inesperada dimisión del ministro sueco de Finanzas, Erik Aasbrink, desencadenó ayer una crisis de Gobierno, a dos días de la presentación al Riksdag (Parlamento) de la ley de presupuestos, y provocó una caída de la Bolsa de Estocolmo del 1,2%. Erik Aasbrink anunció su decisión en una conferencia de prensa en la que aseguró que el detonante de su decisión había sido unas declaraciones a la televisión del primer ministro, Goeran Persson, que le hicieron ver que no gozaba de la confianza del jefe del Ejecutivo. "Me he tenido que informar por los medios de comunicación de que el primer minis...

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La inesperada dimisión del ministro sueco de Finanzas, Erik Aasbrink, desencadenó ayer una crisis de Gobierno, a dos días de la presentación al Riksdag (Parlamento) de la ley de presupuestos, y provocó una caída de la Bolsa de Estocolmo del 1,2%. Erik Aasbrink anunció su decisión en una conferencia de prensa en la que aseguró que el detonante de su decisión había sido unas declaraciones a la televisión del primer ministro, Goeran Persson, que le hicieron ver que no gozaba de la confianza del jefe del Ejecutivo. "Me he tenido que informar por los medios de comunicación de que el primer ministro tiene una opinión de la situación financiera diferente a la que ha presentado mi ministerio", dijo Aasbrink.La declaración del jefe del Gobierno se produjo el domingo por la noche, cuando aseguró al informativo de la televisión estatal SVT que podrían efectuarse, ya el próximo año, rebajas fiscales de unos 20.000 millones de coronas (2.409 millones de dólares). Persson basó sus cálculos en un informe recién presentado por el Instituto de Coyuntura Económica, en lugar de utilizar el que elaboró su ministro de Finanzas, que no incluye la posibilidad de reducciones fiscales inmediatas.

"Por mi parte, no tengo nada en contra de rebajar los impuestos, pero no hay lugar para ello enseguida, a partir del próximo año", dijo el ahora ex ministro. La renuncia de Aasbrink representa el mayor revés político para los socialdemócratas desde su retorno al poder en 1994, y pone en tela de juicio la credibilidad de su política económica, como se evidenció ayer con un alza de los tipos de interés de las letras del Tesoro y las obligaciones del Estado.

Tres horas después de conocerse la dimisión de Aasbrink, el jefe del Gobierno sueco nombraba a su sucesor. Es el jefe de la Dirección Nacional del Trabajo, Bosse Ringholm, quien se mostró dispuesto a asumir el cargo de inmediato.

"Conozco con bastante detalle la política que utiliza el Ejecutivo, y es tentador participar en las tareas de gobierno", dijo Bosse Ringholm.

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