Arroba

ALEJANDRO V. GARCÍAEl afán por la igualdad entre los sexos no sólo ha creado un lenguaje políticamente correcto -y gramaticalmente imperfecto- sino que también está en vías de inaugurar una nueva caligrafía. Abundan los gabinetes de prensa que con la pretensión de halagar a sus corresponsales recurren, en las frases protocolarias de saludo, a una nueva letra para abarcar de un solo trazo todos los géneros, incluido el neutro. La nueva vocal ambidiestra se denomina arroba (@) que, como cualquiera de nuestros abuelos sabe, equivale a 11.502 gramos de ambigüedad. La arroba es como una a encerrada...

ALEJANDRO V. GARCÍAEl afán por la igualdad entre los sexos no sólo ha creado un lenguaje políticamente correcto -y gramaticalmente imperfecto- sino que también está en vías de inaugurar una nueva caligrafía. Abundan los gabinetes de prensa que con la pretensión de halagar a sus corresponsales recurren, en las frases protocolarias de saludo, a una nueva letra para abarcar de un solo trazo todos los géneros, incluido el neutro. La nueva vocal ambidiestra se denomina arroba (@) que, como cualquiera de nuestros abuelos sabe, equivale a 11.502 gramos de ambigüedad. La arroba es como una a encerrada en un bucle o un caracolillo masculino relleno de sustancia femenina. Lo emplea bien, por ejemplo, Francisco Urquizar, jefe del gabinete de la Alcaldía de Motril, y las asociaciones que fomentan la igualdad. La dificultad, sin embargo, estriba en cómo se debe pronunciar dicha sílaba, pues uno tienen la tendencia a enrollar o, más complicado, a aparear fonéticamente la a y la o y acaba produciendo un bufido agónico de complicada transcripción. Considero que los políticos, que ahora estrenan precampaña electoral, deberían acudir a la consulta del ortofonista a aprender a pronunciar con propiedad la arroba pues el recurso a "compañeras y compañeros" resulta anticuado y reiterativo. Ahora pasemos de la arroba al arrobo o, mejor dicho, a su escasez. El PP eligió un salón de baile de Granada para su primer acto de campaña. En los prólogos, el auditorio se dividió entre la zona de danza y el bar (unos voluntarios entregaban al entrar un vale canjeable por una copa). Tras una larga espera, se apagó la luz y corrió un presentimiento de bolero, pero en vez de surgir en el escenario don Armando Manzanero apareció Francisco Pertíñez, vicepresidente del PP y aspirante a presidir la Diputación, que es el político de la ciudad que mueve mejor el dedo índice durante las alocuciones. A pesar de las constantes sacudidas del dedo y de las tinieblas en que quedó sumida la sala sólo uno de cada tres escuchó el discurso. También es cierto que ninguna pareja aprovechó la oscuridad para amartelarse. Una cosa por la otra. Y por fin, pasemos del arrobo al robo. El fiscal Luis Portero dice que los delitos han aumentado en toda Andalucía salvo en Granada. Los ladrones están incurriendo en la honradez al tiempo que Díaz Berbel coloca estatuas de santos en las plazas. Esto es la gloria.