Tribuna:

El baño

JAIME ESQUEMBRE Eso de que el político es esclavo de su palabra ya hace tiempo que pasó a la historia, pero ello no es óbice para que, al menos, se deje constancia escrita de sus incumplimientos. Faltan exactamente ocho meses para que llegue el 2000. Acontecimientos históricos aparte, ese año será noticia porque un aguerrido político de Alicante hará de tripas corazón y se zambullirá alegremente en las aguas del Segura para demostrar al mundo su salubridad. Se trata de Julio de España, presidente de la Diputación de Alicante, que lanzó hace meses la promesa convencido del nivel de eficiencia ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

JAIME ESQUEMBRE Eso de que el político es esclavo de su palabra ya hace tiempo que pasó a la historia, pero ello no es óbice para que, al menos, se deje constancia escrita de sus incumplimientos. Faltan exactamente ocho meses para que llegue el 2000. Acontecimientos históricos aparte, ese año será noticia porque un aguerrido político de Alicante hará de tripas corazón y se zambullirá alegremente en las aguas del Segura para demostrar al mundo su salubridad. Se trata de Julio de España, presidente de la Diputación de Alicante, que lanzó hace meses la promesa convencido del nivel de eficiencia de una administración pública en manos del PP. Lo dijo muy clarito: "En el 2000 me bañaré en el río". Casi nada. No se trata de desconfianza, pero lo más probable es que si el émulo de Fraga cumple su promesa despejará el camino de la sucesión en la presidencia de la Diputación y del partido por la vía más rápida, y no por efecto de la necesaria renovación de cargos como sería deseable. Hoy, a ocho meses vista de la fecha, por el Segura discurre de todo menos agua, y dependiendo de los análisis que consultemos ese caudal es hasta peligroso para la salud pública, lo que ha irritado sobremanera al presidente. Si De España utiliza escafrandra y traje de neopreno para llevar a cabo el cometido, no tendremos más remedio que escribir que es un tramposo. A lo dicho, bermudas y pecho. Que sepamos, las competencias sobre ríos las tiene en este país el Gobierno central, en estrecha colaboración, eso sí, con las autoridades autonómicas y las confederaciones hidrográficas. ¿Y saben lo que dice al respecto de la causa que nos ocupa el Ministerio de Medio Ambiente? Pues que desconoce la existencia de un plan director de saneamiento del río Segura, pero que tiene previsto que la situación "mejore" cuando entren en servicio las depuradoras y colectores de Murcia y el Mar Menor, cuando este último enclave no afecta al río. Observen que se habla de una mejoría, y no de solución, lo que equivale a que Isabel Tocino ya se ha reservado un puesto en primera fila para la zambullida.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En