Tribuna:

Joan Rosselló, el padre [HH] del Jamboree

JORDI GARCÍA-SOLER Me enteré de la noticia por una breve y sencilla esquela. Joan de Sagarra se hizo eco de ella en estas páginas. Javier Coma lo hizo también. En general, no obstante, ha sido muy escaso el relieve dado a la muerte de Joan Rosselló. Y sin embargo él fue, durante bastantes años, el principal animador de la vida jazzística en la ciudad de Barcelona. Cuando el jazz contaba apenas entre nosotros con unas pocas docenas de seguidores poco menos que clandestinos, Joan Rosselló creó, hace ya unos 40 años, el mítico Jamboree Jazz Cava de la plaza Reial. Jamboree fue, en efecto, un lo...

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JORDI GARCÍA-SOLER Me enteré de la noticia por una breve y sencilla esquela. Joan de Sagarra se hizo eco de ella en estas páginas. Javier Coma lo hizo también. En general, no obstante, ha sido muy escaso el relieve dado a la muerte de Joan Rosselló. Y sin embargo él fue, durante bastantes años, el principal animador de la vida jazzística en la ciudad de Barcelona. Cuando el jazz contaba apenas entre nosotros con unas pocas docenas de seguidores poco menos que clandestinos, Joan Rosselló creó, hace ya unos 40 años, el mítico Jamboree Jazz Cava de la plaza Reial. Jamboree fue, en efecto, un local mítico en la Barcelona de los años sesenta. Fue un punto de referencia ineludible para cualquier aficionado al jazz. Y fue, sobre todo, una bocanada de aire fresco en la triste y gris atmósfera cultural de nuestro país en aquellos tiempos. Aunque hoy sigue existiendo aún un local con el mismo nombre en la misma plaza Reial, lo cierto es que poco o nada queda de la legendaria cava jazzística de los años sesenta. Por su estrado desfilaron entonces excelentes grupos y solistas americanos y europeos, desde Dexter Gordon, Stephan Grappelli, Lucky Thompson, Art Farmer, Bill Coleman, Lou Bennett, Chet Baker, Lee Konitz, René Thomas y Tete Montoliu hasta el vanguardista Ornette Coleman, sin olvidar a un bluesman tan tradicional como Memphis Slim, entre muchos otros. Todos ellos actuaron en Barcelona de la mano de Joan Rosselló, en su Jamboree Jazz Cava, un local que él mismo quiso crear junto a Los Tarantos, el tablao flamenco que fue escenario de los éxitos de quien hoy es su viuda, Maruja Garrido. Pero Jamboree fue mucho más que una simple cava de jazz, con ser ya mucho esto en la Barcelona de aquellos años. Fue un foco de proyección del jazz en nuestro país. El propio Joan Rosselló fue quien, en 1966, organizó el I Festival Internacional de Jazz de Barcelona, con un cartel espléndido en el que figuraban nombres tan prestigiosos como los de Max Roach, Sonny Rollins, Dave Brubeck, Roy Eldridge, Stan Getz y Astrud Gilberto, Illinois Jacquet, Tete Montoliu... En Jamboree se foguearon muchos de los buenos músicos de jazz que ha tenido y tiene nuestro país. Y en Jamboree pudimos vivir en vivo y en directo grandes sesiones de jazz. También gracias a Jamboree -en definitiva, gracias a Joan Rosselló-, vivimos algunos memorables conciertos de jazz en el Palau de la Música, por ejemplo el protagonizado por Duke Ellington al frente de su gran orquesta, con Ella Fitzgerald como cantante. Como muy pocas personas más -como el ya desaparecido Pere Casadevall y como Alfredo Papo, almas y mecenas del Hot Club de Barcelona durante tantos años-, Joan Rosselló fue un hombre decisivo para el jazz en Barcelona y en Cataluña. Su Jamboree Jazz Cava pertenece ya a la historia. Para muchos de nosotros queda como un recuerdo mítico de nuestro pasado reciente, ligado para siempre a la figura de su creador y animador principal, Joan Rosselló, quien se nos ha ido sin avisar, apenas sin que nadie se enterara de su muerte.

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