SEMANA SANTA 99

Un órgano en la calle

La música exige grandes sacrificios. Los 180 jóvenes componentes de la banda malagueña de Miraflores-Gibraljaire lo saben bien: están acostumbrados a ensayar tres veces a la semana durante los nueve meses que dura el curso escolar. Cuando llegan las vacaciones se reúnen cada día, para aprovechar el tiempo al máximo. Y sus esfuerzos dan fruto. Están solicitadísimos durante la Semana Santa. José María Puyana, el director de la banda, cuenta orgulloso cuáles son sus compromisos: "El Lunes Santo desfilamos con La Pasión. El Martes, con El Rescate. El Miércoles salimos con Las Fusionadas. El Jueves...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La música exige grandes sacrificios. Los 180 jóvenes componentes de la banda malagueña de Miraflores-Gibraljaire lo saben bien: están acostumbrados a ensayar tres veces a la semana durante los nueve meses que dura el curso escolar. Cuando llegan las vacaciones se reúnen cada día, para aprovechar el tiempo al máximo. Y sus esfuerzos dan fruto. Están solicitadísimos durante la Semana Santa. José María Puyana, el director de la banda, cuenta orgulloso cuáles son sus compromisos: "El Lunes Santo desfilamos con La Pasión. El Martes, con El Rescate. El Miércoles salimos con Las Fusionadas. El Jueves, con los Morados de Almogía. Y el Viernes, con Nuestro Padre Jesús Nazareno, en el pueblo de Monda y, más tarde, con La Piedad, de vuelta en Málaga". Son músicos entre los ocho y los 21 años, que proceden mayoritariamente del Conservatorio y que aprenden a la vez que interpretan marchas procesionales siguiendo a los tronos. "La educación que reciben los chicos, que se renuevan año tras año, es lo más importante", subraya Puyana, un músico de gran prestigio que ha dedicado muchos años a enseñar lo que sabe. "Los resultados son buenos. La banda es como un órgano en la calle", añade. Quizás por eso tiene tanta aceptación entre los cofrades. Un ejemplo: el último número de la revista La saeta, la biblia de la Semana Santa de Málaga, incluía un compacto con marchas procesionales interpretadas por esta banda. Miraflores-Gibraljaire cumplirá un cuarto de siglo en el año 2000. "Ha sido un acicate para la creación de nuevas bandas, y el espejo en que se han mirado muchas. Ahora todos los pueblos de la provincia de Málaga tienen su propia banda, pero hace 30 años no había ni una", señala Puyana. Y así es: desempeñan un papel especial en estas fiestas las bandas de Almogía, de Churriana, de Nerja o de Mijas, muchas de las cuales están dirigidas por antiguos discípulos de Puyana. También la Semana Santa sevillana es el centro de una sobresaliente tradición de bandas de música. Quizás la más renombrada sea la del Cuartel General de la Región Militar Sur, que durante muchos años se conoció con el nombre de Soria 9. Su director es Abel Moreno, un compositor consagrado, autor de piezas de tanta solera como Hermanos Costaleros o Prendimiento. Destacan también la banda de Nuestra Señora de la Oliva del pueblo de Salteras, que acompaña cada año al paso de El Cachorro, y la de la Cruz Roja. Una curiosidad: hasta hace poco era raro oír en Sevilla a una banda venida de fuera de la provincia. Últimamente el abanico se ha abierto, y se suman bandas como la Sociedad Filarmónica Julián Cerdén, de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En