Sevilla se vuelca en su "madrugá" más pasional y barroca
Noche de armaos y vírgenes populacheras, del sobrecogedor Gran Poder y de la Triana pura. Sevilla se vuelca con su madrugá más pasional y barroca, la intersección que enlaza el Jueves y el Viernes Santo gracias a una sucesión de instantes de belleza única y efímera. Arropada por un tiempo idóneo, que el año anterior frustró algunas procesiones, los pasos más esperados de la Semana Santa recorrieron la ciudad rodeados de decenas de miles de personas. Como preludio de la larga noche, numerosas sevillanas lucieron la tradicional mantilla, reservada para las tardes del Jueves y Viernes Santo, días...
Noche de armaos y vírgenes populacheras, del sobrecogedor Gran Poder y de la Triana pura. Sevilla se vuelca con su madrugá más pasional y barroca, la intersección que enlaza el Jueves y el Viernes Santo gracias a una sucesión de instantes de belleza única y efímera. Arropada por un tiempo idóneo, que el año anterior frustró algunas procesiones, los pasos más esperados de la Semana Santa recorrieron la ciudad rodeados de decenas de miles de personas. Como preludio de la larga noche, numerosas sevillanas lucieron la tradicional mantilla, reservada para las tardes del Jueves y Viernes Santo, días de clásicas estampas en toda Andalucía, como la procesión del Cristo de Mena, a hombros de la Legión, en Málaga. Otra cita, también masiva, arrancó en Jerez el viernes: el Espárrago Rock.PÁGINAS 6 a 9