San Paolo y UniCredito responden al temor a una escalada de compras por parte de entidades extranjeras

Las dos operaciones de fusiones bancarias anunciadas casi simultáneamente este fin de semana en Italia son la primera respuesta al creciente temor del sistema bancario nacional a ser literalmente engullido por entidades extranjeras. De todos los sectores del capitalismo italiano, el bancario es, tal vez, el más fragmentado, anticuado, caro e inoperante. La llegada del euro y la caída de barreras comerciales en todo el mundo han puesto al descubierto la fragilidad de la banca italiana, que ha sido ya considerablemente penetrada por sociedades europeas y estadounidenses. De hecho, en el accionar...

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Las dos operaciones de fusiones bancarias anunciadas casi simultáneamente este fin de semana en Italia son la primera respuesta al creciente temor del sistema bancario nacional a ser literalmente engullido por entidades extranjeras. De todos los sectores del capitalismo italiano, el bancario es, tal vez, el más fragmentado, anticuado, caro e inoperante. La llegada del euro y la caída de barreras comerciales en todo el mundo han puesto al descubierto la fragilidad de la banca italiana, que ha sido ya considerablemente penetrada por sociedades europeas y estadounidenses. De hecho, en el accionariado de los bancos aparecen entidades financieras europeas protagonistas de fusiones en Europa. Caso del Santander en el San Paolo del BBV, que tiene el 10% de Banca Nazionale de Lavoro (véase el gráfico).Otra explicación para justificar el apetito que despierta la banca italiana está en la tradición ahorradora del país. Italia es el país de la UE que más ahorra, y en términos internacionales sólo la supera Japón. Así las cosas y tras la fusión en España del Banco Santander con el Banco Central Hispano, y la reciente OPA hostil de la Banque Nationale de Paris sobre Société Général-Paribas, el establishment italiano ha creído necesario dar un paso adelante. Al hacerlo, con el beneplácito del Gobierno y del gobernador de la Banca de Italia, el San Paolo-Imi y UniCredito (creado hace tres años con la fusión de Credito Italiano con tres grandes bancos regionales milaneses) han desafiado a la que hasta hace bien poco era la máxima autoridad sin cartera de las finanzas italianas, Enrico Cuccia.

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Conocido como el padrone dei padroni, Cuccia controla a sus 92 años y en su calidad de presidente honorario de Mediobanca -un banco de inversiones que ha determinado el desarrollo del capitalismo italiano durante cuatro décadas- todo lo que ocurre en las finanzas italianas. Pese a su empeño, Cuccia no ha logrado la fusión de Comit, con el 8,8% de Mediobanca, y Banca di Roma, que posee el 7,3%. Las acciones de Mediobanca ganaron ayer un 6% tras una suspensión temporal por sobrepasar la máxima subida permitida, el 10%.

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