Los obispos "condicionan" en las comisiones la victoria de Rouco

Blázquez, de Bilbao, único prelado reelegido para un tercer mandato

Los obispos españoles decidieron ayer matizar el triunfo del cardenal Antonio María Rouco y renovaron las presidencias de las 14 comisiones en que está dividido el trabajo de la Conferencia Episcopal Española. Relegaron a buena parte de los candidatos arzobispales y colocaron en su lugar a obispos diocesanos jóvenes, independientes y abiertos. Las votaciones depararon algunos disgustos a prelados relevantes.

Más que una derrota del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, la renovación producida es la escenificación apresurada de su propia doctrina: los obispos no tie...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los obispos españoles decidieron ayer matizar el triunfo del cardenal Antonio María Rouco y renovaron las presidencias de las 14 comisiones en que está dividido el trabajo de la Conferencia Episcopal Española. Relegaron a buena parte de los candidatos arzobispales y colocaron en su lugar a obispos diocesanos jóvenes, independientes y abiertos. Las votaciones depararon algunos disgustos a prelados relevantes.

Más que una derrota del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, la renovación producida es la escenificación apresurada de su propia doctrina: los obispos no tienen más presidencia y, en consecuencia, más disciplina que la debida al Papa. Y el Papa no había insinuado doctrina para las votaciones de ayer.Arzobispos como José Delicado, de Valladolid, y Antonio Montero, de Mérida-Badajoz, han quedado marginados, y entran obispos de nueva proyección como el de Orense, Carlos Osoro, de 53 años, que presidirá la comisión del Clero; José Vilaplana, prelado de Santander, de 54 años, presidente de la de Obispos y Superiores Mayores; o el veterano y hasta ahora castigado Javier Osés, obispo de Huesca, que vuelve para dirigir la de Pastoral Social.

El arzobispo Montero, presidente de la poderosa comisión de Medios de Comunicación durante 15 de los últimos 20 años, no logró la reelección, y su cargo lo ocupará un prelado de prestigio, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, que fue secretario general de la Conferencia durante gran parte de la presidencia de Yanes.

Se trata de un prelado resolutivo, directo e irónico, que hace dos años, en una de las agrias polémicas surgidas a propósito de la cadena de emisoras del Episcopado, la Cope, fue el más tajante en manifestar que "en algunas ocasiones, [la cadena] se nos va de las manos". Ayer advirtió a los periodistas, sin embargo, que su nueva función nada tiene que ver con ese asunto -que depende directamente del comité ejecutivo-, sino con el cumplimiento de las funciones pastorales de los medios de comunicación de la Iglesia.

El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, blanco de los ataques del nacionalismo vasco, vio ratificado el respeto de sus colegas y obtuvo más de los dos tercios de los votos que necesitaba para un tercer mandato al frente de la comisión para la Doctrina de la Fe. Fue el único de los prelados con dos mandatos que logró superar esa barrera. El joven arzobispo de Santiago, Julián Barrio, presidirá la comisión de Seminarios y Universidades.

La asamblea plenaria eligió presidente de la comisión de Enseñanza y Catequesis, en cuarta votación, al arzobispo de Granada, Antonio Cañizares, anteriormente obispo de Ávila, diócesis en la que creó una polémica universidad católica.

Los otros presidentes comisionados (miembros, por tanto, de la Permanente de la Conferencia) son los arzobispos de Sevilla, Amigo Vallejo, y de Valencia, García Gasco; y los obispos Pere Tena, auxiliar de Barcelona; García Aracil, de Jaén; Ciriaco Benavente, de Coria-Cáceres; Gutiérrez Martín, de Segovia, y Rodríguez Plaza, de Salamanca. El arzobispo de Tarragona, Martínez Sistach, también fue elegido a última hora miembro de la comisión permanente, que forman 22 prelados.

Archivado En