Tres jóvenes mueren arrollados en Huesca por un conductor bebido

Dos chicas, de 15 y 16 años, y un joven de 19 murieron arrollados en la madrugada de ayer por un coche en Sabiñánigo (Huesca) cuando regresaban caminando al hotel en que se hospedaban. Los jóvenes habían pasado cuatro días en esta localidad para esquiar en Formigal. El conductor, Óscar Pueyo, de 20 años y vecino de Sabiñánigo, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de alcohol en sangre de 0,74 miligramos por litro. Tras tomarle declaración en un juzgado de Jaca, el juez decretó su ingreso en prisión.

Raúl Guerra Muñoz, vecino de Torrelodones y monitor de esquí, perdió l...

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Dos chicas, de 15 y 16 años, y un joven de 19 murieron arrollados en la madrugada de ayer por un coche en Sabiñánigo (Huesca) cuando regresaban caminando al hotel en que se hospedaban. Los jóvenes habían pasado cuatro días en esta localidad para esquiar en Formigal. El conductor, Óscar Pueyo, de 20 años y vecino de Sabiñánigo, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de alcohol en sangre de 0,74 miligramos por litro. Tras tomarle declaración en un juzgado de Jaca, el juez decretó su ingreso en prisión.

Raúl Guerra Muñoz, vecino de Torrelodones y monitor de esquí, perdió la vida junto a María Francisca Fochs Carbajo, de Madrid, y María Isabel Cañaveras Sola, vecina de Majadahonda (Madrid), al ser arrollados por el turismo que conducía Óscar Pueyo, vecino de Sabiñánigo que dio positivo, con una tasa de alcohol en sangre de 0,74 miligramos por litro, en la prueba de alcoholemia, según la Guardia Civil. Pueyo declaró ayer en el juzgado de Jaca. El juez ordenó su ingreso en prisión por tres delitos de imprudencia con resultado de muerte.Los fallecidos formaban parte del Club de Esquí Grupo Joven de Majadahonda y habían llegado a Sabiñánigo el pasado viernes. El lunes por la noche había terminado la estancia en el Pirineo y salieron junto a otros compañeros para celebrarlo antes de su regreso a Madrid, previsto para ayer.

El hotel dista poco más de un kilómetro de la zona de ocio, y de ella regresaban en grupo 17 chicos, caminando, a las cuatro de la madrugada cuando el coche, un Seat Ibiza matrícula HU-6693-G, les arrolló. Cristina Cid, portavoz de la empresa Grupo Joven, aseguró a Efe: "Gracias a que iban los monitores el grupo caminaba en fila y no apelotonado, lo que ha impedido que haya que lamentar más víctimas".

Buena visibilidad

La zona del accidente es llana, tiene visibilidad y aceras, pero en la calzada no había señales de frenado y el conductor del coche y su acompañante no se percataron de lo ocurrido hasta después del atropello. El exceso de velocidad unido al alcohol era una de las causas que daban los agentes de la policía local y de la Guardia Civil. La tasa de alcoholemia que presentaba Pueyo revela que en la noche del atropello había bebido una cantidad de alcohol equivalente a dos vermús. El impacto fue tan brutal que los cuerpos se dispersaron varios metros.

La Guardia Civil informó que el conductor circulaba a gran velocidad y que el vehículo arrastró a una de sus víctimas durante un largo tramo antes de detenerse. El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Rodolfo Aínsa, indicó que, según los comentarios de varios jóvenes el coche dio "varios bandazos antes de llegar hasta ellos". El conductor, que resultó ileso, al igual que el joven que le acompañaba, fueron detenidos.

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La noticia llegó al hotel, muy conocido en la comarca, en la madrugada. El alcalde de la localidad, Carlos Iglesias, pasó la mañana en contacto con los alcaldes de Majadahonda y Torrelodones y ayudando a los familiares de Pueyo y a la madre de Cañaveras. La mujer, viuda desde hace poco tiempo, fue atendida por la fuerte impresión que sufrió. Los cadáveres fueron trasladados al hospital de Jaca mientras parte de los excursionistas comenzaron a regresar a Madrid. También declararon anoche en el juzgado de Jaca tres jóvenes del grupo de excursionistas que fueron testigos del atropello.

En Sabiñánigo nadie daba ayer crédito a lo ocurrido, y a la mayoría les costaba creer que un joven "muy normal" y que nunca había dado que hablar estuviese detenido tras atropellar a los tres jóvenes. Pueyo está cumpliendo el servicio militar en la Cruz Roja de Sabiñánigo, que le ha abierto expediente porque, al parecer, abandonó el servicio mientras estaba de guardia. El alcalde de Sabiñánigo aseguró que "no tenía ningún tipo de antecedentes".

El conductor, que iba acompañado de Sebastián G., a quien también se tomó declaración en el juzgado, está empleado en un hipermercado, y, según sus compañeros, no solía beber ni comportarse de forma violenta.

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