La amarga lucidez de Alatriste

El escritor Arturo Pérez-Reverte lanzó ayer ante cerca de 300 adolescentes uno de sus más fervientes deseos: "Que los malos, aunque ganen, que no ganen tranquilos". Que, por lo menos, les quede una herida en el cuerpo, que se agazape en su recuerdo algo del temblor que les despertaron los buenos... Esos mismos buenos que siempre pierden todas las batallas. "Aunque los malos mueran millonarios en Marbella, antes de eso, vamos a joderles un poco", remachó Pérez-Reverte. El escritor tuvo un encuentro con profesores y alumnos de 15 centros de enseñanza secundaria en la Diputación de Sevilla. El ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El escritor Arturo Pérez-Reverte lanzó ayer ante cerca de 300 adolescentes uno de sus más fervientes deseos: "Que los malos, aunque ganen, que no ganen tranquilos". Que, por lo menos, les quede una herida en el cuerpo, que se agazape en su recuerdo algo del temblor que les despertaron los buenos... Esos mismos buenos que siempre pierden todas las batallas. "Aunque los malos mueran millonarios en Marbella, antes de eso, vamos a joderles un poco", remachó Pérez-Reverte. El escritor tuvo un encuentro con profesores y alumnos de 15 centros de enseñanza secundaria en la Diputación de Sevilla. El autor de Las aventuras del capitán Alatriste quiso que sus jóvenes oyentes supieran que la épica gloriosa del pasado no es posible hoy. Pero, con todo, hay aún un resquicio para preservar la dignidad. "La revolución rusa y las barricadas terminan con Borís Yeltsin borracho tocándole el culo a su secretaria. Tras todas esas derrotas, la única épica posible ahora surge de un héroe cansado, que sabe que no se puede ganar, que van a ganar los malos y que, pese a ello, hay que pelear", dijo Pérez-Reverte. "El heroísmo que a mí me interesa es el heroísmo del peón. Él sólo sabe que es el peón. No sabe ya dónde están la reina ni el alfil. Los cuadros del ajedrez ya no son blancos ni negros, sino grises. Y su dignidad radica en que él es el peón y defiende su casilla. Ése es el único héroe posible. Con su amarga lucidez. Es el héroe que ve en el mundo más de lo que quisiera ver. Le gustaría ver dignidad, amistad, amor, camaradería; y no ve más que canallas que ganan siempre y pobre gente honrada que queda en la cuneta", agregó el escritor. Por eso, Pérez-Reverte elogió una pregunta que salió del público: ¿Las borracheras silenciosas de Athos son las mismas que las del capitán Alatriste? "Buena pregunta. Se nota que has leído Los tres mosqueteros. Athos era el que más me gustaba. A Alatriste le presto esas borracheras silenciosas de Athos", contestó Pérez-Reverte.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En