Tribuna:

Pantanada

JAIME ESQUEMBRE El fiscal anticorrupción podría buscar hueco en su agenda y alquilarse un piso en Orihuela. Lo que allí se oye, se lee y se ve es como para suspender de oficio a la mayor parte de los dirigentes políticos locales, y algún que otro funcionario, y constituir por decreto un gabinete de crisis permanente hasta aclarar el embrollo. En apenas dos sesiones de la comisión especial creada para investigar la gestión del Ayuntamiento desde 1986, ya tenemos más de ocho millones perdidos, una reclamación multimillonaria, advertencias de pelotazos urbanísticos en ciernes, denuncia de extors...

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JAIME ESQUEMBRE El fiscal anticorrupción podría buscar hueco en su agenda y alquilarse un piso en Orihuela. Lo que allí se oye, se lee y se ve es como para suspender de oficio a la mayor parte de los dirigentes políticos locales, y algún que otro funcionario, y constituir por decreto un gabinete de crisis permanente hasta aclarar el embrollo. En apenas dos sesiones de la comisión especial creada para investigar la gestión del Ayuntamiento desde 1986, ya tenemos más de ocho millones perdidos, una reclamación multimillonaria, advertencias de pelotazos urbanísticos en ciernes, denuncia de extorsión, cinco expedientes judiciales en marcha y un sinfín de sospechas. Tantas, que lo más aconsejable es centrarse en un par de temas que, de confirmarse, serían suficientes como para proyectar una ampliación de los juzgados locales y construir una grada en la que acomodar a los acusados. En cierta ocasión, el presidente provincial del PP de Alicante declaró que en Orihuela lo único que huele mal es el Segura. De eso no hará más de seis meses, y visto lo visto hay que dar por sentado que el doctor Julio de España padece una fluxión crónica de la que debería tratarse. Agua del Carmen lleva ese río comparado con el caudal municipal. Las acusaciones y hasta los insultos están a la orden del día, mientras la población (¿o sería más conveniente decir los votantes?) asiste atónita al espectáculo, que está servido desde mucho antes de que el PP se resquebrajara y unos y otros empezaran a tirarse los trapos sucios a la cara. Que en Orihuela "hay tema" se oye en las redacciones de los periódicos desde hace lustros, aunque no es menos cierto que hasta el momento en que se abrió una grieta en ese búnquer no había posibilidad de acceder a documentos que, ironías de la vida, se suponen oficiales y públicos. Esa grieta ya no hay quien la tapone, y la pantanada final puede ser histórica, a no ser que se trate de pura estrategia electoral y lo único que pretenda la oposición es hacer ruido, que todo puede ser. Desde el despacho de la alcaldía salió ayer una frase que resume la situación: "Queda lo peor".

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