Un sector con demasiada capacidad de producción

El sector de automoción se disputa con el bancario la primacía en las megafusiones y operaciones de compra de alcance mundial de final de siglo. La compra por la multinacional Ford de la división de turismos de la sueca Volvo supone la segunda operación transoceánica desde que el pasado verano se anunciara la fusión de Chrysler (estadounidense) con la alemana Daimler, fabricante de los productos Mercedes.La operación anunciada ayer, aunque no cambia la relación de fuerzas en el entramado mundial del sector, ya que Ford sigue siendo el segundo fabricante mundial a distancia de General Motors, s...

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El sector de automoción se disputa con el bancario la primacía en las megafusiones y operaciones de compra de alcance mundial de final de siglo. La compra por la multinacional Ford de la división de turismos de la sueca Volvo supone la segunda operación transoceánica desde que el pasado verano se anunciara la fusión de Chrysler (estadounidense) con la alemana Daimler, fabricante de los productos Mercedes.La operación anunciada ayer, aunque no cambia la relación de fuerzas en el entramado mundial del sector, ya que Ford sigue siendo el segundo fabricante mundial a distancia de General Motors, será, según los expertos, la espoleta para nuevos movimientos entre los fabricantes, que ya alimentaban grandes rumores de fusiones desde el pasado mes de noviembre.

El baile de contactos afectaba a todas las primeras marcas mundiales. Todas ellas tienen una capacidad de producción que supera la demanda potencial, repartida entre muchas empresas. La tendencia apunta a la concentración para reducir posibles competidores y ajustar la capacidad.

La operación anunciada coincide con un importante crecimiento de las ventas en Estados Unidos y Europa, y con una caída histórica en Japón que fue el verdadero motor del sector en la década de los ochenta y buena parte de los noventa. Los países de la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) incrementaron sus ventas el 6,8% en el año 1998 y vendieron 14,2 millones de unidades, cifra jamás alcanzada. En el mercado español se batió el récord de 1989 al venderse 1.192.843 automóviles (aumento del 17,36% sobre el año anterior). Por contra, los 11 constructores japoneses fabricaron durante el pasado año 10,05 millones de automóviles, es decir, un 8,4% menos que el año anterior. Este retroceso se produce tras dos años de incrementos debido al bajo nivel del yen con respecto al dólar y a la buena coyuntura económica en EEUU y Europa.

Todos los analistas coinciden en que la fuerte competitividad por vía de reducción de costes y producción, la convulsión financiera en los países en desarrollo y la inminente saturación de los mercados tradicionales son los elementos que impulsarán fusiones y compras de alcance mundial en el sector. Quedarán 10 o 12 fabricantes de automóviles en la primera década del próximo siglo.

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