Tribuna:

Tal cual le viene

JOSEP TORRENT A estas alturas del partido está más que claro cómo la juega Eduardo Zaplana: tal cual le viene. Balonazo largo y a la grada si le enciman un poco, caso Ramón-Llin. O pase al hueco y en profundidad en cuanto le dejan un poco de espacio: Paco Camps a la Secretaría de Estado para las Administraciones Públicas y Manuel Tarancón a la Consejería de Educación y Cultura. Y así, entre el patadón y la finura, va edificando su particular proyecto político. El lunes, cuando Aznar modificó su equipo para reforzar el banquillo del PP, hubo quien se sonrió porque el "poder valenciano" no era...

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JOSEP TORRENT A estas alturas del partido está más que claro cómo la juega Eduardo Zaplana: tal cual le viene. Balonazo largo y a la grada si le enciman un poco, caso Ramón-Llin. O pase al hueco y en profundidad en cuanto le dejan un poco de espacio: Paco Camps a la Secretaría de Estado para las Administraciones Públicas y Manuel Tarancón a la Consejería de Educación y Cultura. Y así, entre el patadón y la finura, va edificando su particular proyecto político. El lunes, cuando Aznar modificó su equipo para reforzar el banquillo del PP, hubo quien se sonrió porque el "poder valenciano" no era de la partida. Tres días después ya hay un seleccionado, que no sin razón se dice que todos los santos tienen octava. Y aún queda por desollar el rabo del congreso de los populares. Así que tampoco sería de extrañar que en la ejecutiva o en alguna institución de ámbito territorial apareciera otro valenciano con mando en plaza. Todo es posible en este cambalache partidista-institucional que se lleva entre manos el presidente del Gobierno, al que no es ajeno del todo Zaplana. Y no pregunten qué va a pasar con la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que ese es un partido aplazado hasta finales de año. Ya lo jugará, y con Tarancón de figura si es menester.

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