JP Morgan se sintió "engañado" tras entrar en Banesto, según su vicepresidente

El vicepresidente de JP Morgan, Roberto Mendoza, declaró, en el transcurso de su interrogatorio como testigo en el caso Banesto, que se sintió engañado en la operación que supuso la entrada de uno de los fondos que gestionaba, el fondo Corsair, en la entidad que entonces (verano de 1993) presidía Mario Conde. Si bien matizó que no culpa "a nadie del engaño", sus palabras apuntaban a Conde. Además, dijo que la agencia Kroll trató de venderle un informe contra Conde y que el último plan de salvación presentado al Banco de España "hubiera sido un éxito".

La declaración de Mendoza,que duró ...

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El vicepresidente de JP Morgan, Roberto Mendoza, declaró, en el transcurso de su interrogatorio como testigo en el caso Banesto, que se sintió engañado en la operación que supuso la entrada de uno de los fondos que gestionaba, el fondo Corsair, en la entidad que entonces (verano de 1993) presidía Mario Conde. Si bien matizó que no culpa "a nadie del engaño", sus palabras apuntaban a Conde. Además, dijo que la agencia Kroll trató de venderle un informe contra Conde y que el último plan de salvación presentado al Banco de España "hubiera sido un éxito".

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La declaración de Mendoza,que duró tres y horas y media, fue una buena muestra de lo que es nadar y guardar la ropa. Defendió que su decisión de entrar en Banesto a través del fondo Corsair, con una inversión de 175 millones de dólares, fue técnicamente impecable "a la vista de los datos que poseíamos, es decir los balances auditados" y "diversas conversaciones con los administradores de la inversión y con miembros del Banco de España"."Nuestra sorpresa fue enorme cuando nos encontramos con un nuevo balance auditado que recogía semejante agujero" [los 605.000 millones en los que se fijó el desfase de Banesto tras la intervención], dijo, tras recalcar que Conde no le había informado de detalles como que había un plan de ajuste pactado con el Banco de España, de una carta de requerimiento del banco emisor fechada el 6 de septiembre de 1993 o de que en los consejos de Banesto a los que asistió se daba poca información y había escaso debate.

Es decir, estaba acusando indirectamente a Conde -en ningún momento de la declaración lo hizo de forma directa-, de ocultarle información. Aunque no es menos cierto que dentro de su críticas también se encontraban los auditores de Banesto e incluso en Banco de España.

Mendoza también justificó la posición que adoptó en la fase final de la crisis de Banesto, en los meses previos a la intervención del 28 de diciembre de 1993, en los que JP Morgan actuó de último salvavidas de Conde. El vicepresidente de la entidad estadounidense relató varios contactos que mantuvo con la cúpula del Banco de España esos días y aseguró que el último plan de salvamento presentado "hubiera tenido éxito, visto con la perspectiva que da el plazo transcurrido hasta hoy". En la elaboración de ese plan había intervenido el propio Mendoza, que incluso había remitido el 27 de diciembre una carta a Rojo apoyándolo.

Esta afirmación fue acompañada por un gesto de euforia de Conde, que se encontraba a menos de un metro de él, que se reprodujo e incluso intensificó cuando Mendoza dijo que le intentaron vender un informe, el famoso informe Kroll, que "era muy negativo para Conde".

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