El presidente del PP llama a Urra "censor del menor" por su propuesta sobre los toros

La propuesta del defensor del Menor, Javier Urra, de prohibir la entrada a recintos taurinos a los menores de 14 años se topó ayer con un detractor furibundo: el presidente del PP en Madrid, diputado regional y senador Pío García Escudero. Este parlamentario se proclamó "indignado" con la propuesta de Urra, le acusó de "exhibicionista" e "imprudente" y calificó una restricción de estas características como propia "del censor del menor, no del defensor". El aludido se mantuvo firme en sus tesis. "Yo procuro lo mejor para los niños, no para los taurinos", recordó.

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La propuesta del defensor del Menor, Javier Urra, de prohibir la entrada a recintos taurinos a los menores de 14 años se topó ayer con un detractor furibundo: el presidente del PP en Madrid, diputado regional y senador Pío García Escudero. Este parlamentario se proclamó "indignado" con la propuesta de Urra, le acusó de "exhibicionista" e "imprudente" y calificó una restricción de estas características como propia "del censor del menor, no del defensor". El aludido se mantuvo firme en sus tesis. "Yo procuro lo mejor para los niños, no para los taurinos", recordó.

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García Escudero, aficionado de pro y vicepresidente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, entró ayer al trapo nada más leer en este periódico la propuesta del Defensor del Menor. Dijo el parlamentario del Partido Popular que el alto comisionado había "patinado como un gnomo" en esta cuestión, ya que, en lugar de defender los derechos de los chiquillos, "apuesta por restringirlos y limitarlos: no sólo los de los niños, sino también, de paso, los de sus padres". Por eso merece el título de "censor del menor". Y de ahí que García Escudero optase por un tono particularmente rotundo a la hora de sentenciar: "Si Urra opta por elevar su propuesta a la Asamblea, le responderemos que ni hablar de ese tema".Los planteamientos del Defensor del Menor resultaron ayer, como él mismo había pronosticado, enormemente controvertidos. De repente, Urra se encontró en tertulias radiofónicas taurinas intentando defender que sus palabras no constituían un ataque a la lidia, sino una defensa a ultranza de la integridad de los chiquillos. Sin embargo, nadie se mostró tan contundente en las críticas como Pío García Escudero, que tachó a Urra de "imprudente", "exhibicionista a la caza de titulares" y "tergiversador", entre otros epítetos semejantes.

"A la altura de Franco"

"Lo que hace este señor no es velar por la infancia. No hay ningún niño que acuda a una plaza a la fuerza. De la misma manera, no conozco a un solo chiquillo que se haya salido traumatizado de una corrida de toros", exclamó el líder de los populares madrileños.

En consecuencia, proclamó García Escudero, lo que pretende el Defensor del Menor es un sinsentido. Y le coloca, de paso, "a la altura de Primo de Rivera y de Franco, durante cuyos gobiernos ya estuvo vigente una normativa de esa naturaleza", recordó. El PP, proclamó, nunca apoyará una iniciativa que en último extremo acabaría con la fiesta nacional, "una cultura inmersa en España desde la noche de los tiempos y que sostiene, por cierto, cerca de 300.000 puestos de trabajo".

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Javier Urra encajó de buen grado el chorreo de reproches, pero confesó su sorpresa por que los asuntos taurinos "destapen algunas de las vertientes más radicales, maximalistas y de enemistad del ser humano". El Defensor del Menor animó a todos los sectores a participar en el debate, "porque aquí nadie pretende hablar ex cátedra", pero dejó clara cuál sería su postura: "Defenderé lo mejor para los niños, no para los taurinos, igual que no hablo de cara a los dueños de bares cuando abogo por la prohibición de la venta de alcohol a menores".

Urra asumió que Pío García Escudero está en su derecho de llevar a sus hijos a Las Ventas, pero le enmendó la plana pedagógica en un aspecto. "Pensar que el padre puede hacer lo que quiera con su hijo es un gravísimo error del final del milenio", aseveró: "De la misma manera, un progenitor puede sentirse tentado a llevar a su vástago de 14 años a un espectáculo pornográfico, porque lo vea bueno para que se vaya fogueando".

En definitiva, el Defensor del Menor recordó a los padres que cada cosa tiene su momento en la vida. "Si decimos que los niños deben ir a los toros para que luego sean buenos aficionados, terminaremos sugiriendo que en España se pueda conducir antes de los 18 años para que así tengamos aún mejores conductores de rallies", concluyó.

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